La destitución del secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, generó diversas reacciones en el mundo. La canciller de Corea del Sur, Kang Kyung-wha, dijo que el abrupto despido de su par estadounidense no afectará la coordinación entre ambos países, que es muy cercana, en un momento marcado por la futura cumbre entre Kim Jong-un y Donald Trump.
El canciller de Japón, Taro Kono, la calificó de muy lamentable y expresó su deseo de que su sucesor, Mike Pompeo, ex director de la CIA, mantenga abierta la vía del diálogo con Corea del Norte.
China, a través de Lu Kang, portavoz del Ministerio de Exteriores, espera que la decisión no afecte las relaciones bilaterales ni la cumbre prevista entre Washington y Pionyang.
El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, aspira a que las relaciones con la Casa Blanca mejoren después del nombramiento de Pompeo.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, expresó sus dudas de que las relaciones con Estados Unidos puedan ponerse peor de lo que ya están tras el cese de Tillerson.
El vicecanciller de Irán y negociador nuclear, Abas Araqchí, declaró que con el relevo de Tillerson Estados Unidos tiene la intención de retirarse del acuerdo atómico firmado en 2015 entre Teherán y seis potencias.
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