Las tareas de rescate siguen este miércoles en localidades de Texas tras el paso del devastador ciclón Harvey, que ha causado ya más de 30 muertos y decenas de miles de desplazados, y ahora amenaza la zona fronteriza con la vecina Luisiana.
En Houston, la ciudad más afectada y donde afortunadamente no ha llovido en las últimas 24 horas, más de 32.000 personas se encuentran alojadas en refugios temporales mientras prosiguen las labores de búsqueda y rescate de damnificados.
El tiempo ha permitido comenzar las tareas de limpieza, una vez que las aguas han comenzado a retroceder en el área de Houston, donde viven aproximadamente 6,5 millones de personas.
Al problema de las inundaciones, calificadas de catastróficas por las autoridades, se sumaron esta madrugada varias explosiones en una planta química en Crosby, 25 kilómetros al nordeste de Houston, lo que provocó que las autoridades evacuaran un área de casi dos kilómetros en su entorno ante el peligro de nuevas explosiones.
El foco de la tormenta se ha movido hacia el nordeste, en la frontera entre Texas y Luisiana, donde ha dejado copiosas lluvias y un similar rastro de destrucción e inundaciones, lo que ha obligado a las autoridades a abrir algunos refugios.
Una de las localidades más golpeadas, es Beaumont, con 120.000 habitantes y en el extremo suroriental de Texas, cerca de la frontera con Luisiana, y cuyo jefe de bomberos, Brad Pennison, ha señalado que «toda la ciudad se encuentra anegada y se ha interrumpido el suministro de agua potable”, expresó.
Debido a ello, Pennison ha instado a los ciudadanos a que hiervan agua antes de su consumo para evitar enfermedades.
Por su parte, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, viaja hoy a la zona para supervisar las labores y observar de primera mano los trágicos efectos de Harvey, ya convertido en tormenta tropical, después de que el martes lo hiciese el presidente Donald Trump.
Trump quien regresará a Texas el sábado aseguró que la tormenta había sido de proporciones épicas y prometió respaldo federal.
Se espera que el mandatario anuncie la próxima semana un paquete de asistencia federal, algo que se prevé sea aprobado sin problemas por el congreso para financiar las labores de reconstrucción.
Aunque evitó ofrecer una cifra el mandatario apuntó que será «de miles de millones de dólares», dijo Trump.