Washington rechazó la violencia política y represión ejercida por el Ejecutivo de Nicaragua contra su pueblo. “Como nación que apoya la libertad de expresión como un derecho humano y civil, Estados Unidos condena la violencia y la represión propagada por el gobierno de Nicaragua y cualquier cierre de medios”, dice la Casa Blanca en un comunicado.
Las protestas, en las que murieron al menos 27 personas, comenzaron hace siete días debido a la reforma de la Seguridad Social que planteaba el presiente Daniel Ortega. Ahora, han pasado a otro nivel y los manifestantes reclaman su salida, después de 11 años, con acusaciones de abuso de poder y corrupción.
“La repugnante violencia política de la policía y los matones afines al gobierno contra el pueblo de Nicaragua, particularmente estudiantes universitarios, ha impactado a la comunidad democrática internacional”, agrega la nota.
Autoridades de Nicaragua liberaron ayer a decenas de jóvenes detenidos en los reclamos de la última semana, al tiempo que levantó el bloqueo a la transmisión de un último canal censurado, 100% Noticias, que volvió al aire por su señal de cable, informaron fuentes de derechos humanos.
Solidaridad. En la sesión ordinaria de ayer, la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó un proyecto de acuerdo en solidaridad con los familiares de los casi 30 fallecidos, de los centenares de desaparecidos y los 200 detenidos, registrados durante los días de protesta, y se comprometió a denunciar las violaciones de derechos humanos ante la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea, Naciones Unidas,la Unión Interparlamentaria Mundial y los parlamentos regionales.
Ángel Medina, presidente del Parlamento Latinoamericano en Venezuela, aseguró que la represión es el resultado de una política que cercena las libertades y busca consolidar un sistema autocrático.
“Lo que sucede no es nuevo, es parte de la técnica que ha querido apropiarse de nuestra región. Quieren utilizar la justicia y las instituciones para inhibir la expresión ciudadana”, dijo.