Para el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, Venezuela no correrá el mismo destino de Cuba de pasar más de medio siglo en dictadura, aun cuando la isla lleva un poco más de seis décadas bajo sanciones. Explicó que desde el Kremlin ya no hay suficiente apoyo económico para mantener a ambos regímenes.
«Claro que no, creo que Cuba es una excepción porque Cuba empezó como parte de la guerra fría con un nivel extremadamente alto de apoyo ruso, que vemos ahora. En el último año, qué han dado a Venezuela los rusos, ni un centavo, están tomando recursos de Venezuela, que es otra cosa», dijo Abrams.
En entrevista concedida a La Patilla, el funcionario de la Casa Blanca indicó que en Venezuela hay cerca de 2.500 agentes de inteligencia cuyo papel fundamental es evitar golpes de Estado y conversaciones dentro del Ejército, además de hacer de los militares gente que recibe órdenes de Nicolás Maduro sin poder ser el Ejército nacional.
Con relación al apoyo de Moscú a Caracas, afirma que los rusos apoyan a Maduro a nivel político y en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Señaló que desde hace más o menos dos años el régimen no recibe apoyo económico.
Abrams asegura que el valor de Maduro bajó
«Hasta digamos cinco años en el pasado estaban prestando mucho dinero, miles de millones de dólares, pero en el último año, dos años, nada. Nadie está dando dinero al señor Maduro, ni el Fondo Monetario, ni los chinos, ni los rusos, nadie está dando recursos, y creo que el nivel de apoyo que él tenía no existe hoy; y lo vemos en el caso de Rosneft, la compañía que está saliendo».
Abrams enfatizó que el valor de Maduro para Rusia ha bajado y que los ingresos que tiene el régimen para arreglar los problemas han disminuido tanto que no cree que se estén ganando nada.
El diplomático es enfático en señalar que hay que negociar una transición hacia unas elecciones libres y un país democrático. Indicó que hay muchas cosas que se pueden discutir, aun cuando está claro en que Nicolás Maduro no quiere negociar nada.