El jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, mantuvo una larga reunión con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, para intentar aliviar las tensiones provocadas por la ofensiva turca en Siria contra una milicia kurda aliada de Washington.
Erdogan expresó de manera clara las expectativas de su país con respecto a Siria, indicaron funcionarios turcos al término de un encuentro maratónico.
“En la reunión se abordaron los acontecimientos regionales, comenzando por Siria e Irak, el tema de la lucha antiterrorista y las relaciones bilaterales”, dijeron las fuentes.
“Las expectativas de Turquía sobre estos asuntos fueron transmitidas de manera precisa a Tillerson”, subrayaron.
El principal motivo de discordia entre los dos países es la operación militar que las tropas turcas lanzaron el 20 de enero contra las Unidades de Protección Popular kurdas en el enclave de Afrin, en el norte de Siria. Las YPG, a las que el gobierno turco tacha de terroristas, son un aliado clave de Estados Unidos en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
La reunión fue peculiar porque Tillerson rompió el protocolo, el intérprete oficial fue el canciller turco Mevlut Cavusoglu.
Tras la cita Tillerson afirmó que los países no seguirán actuando independientemente en Siria y quieren trabajar juntos para superar la crisis.