El gobierno de Estados Unidos ordenó este lunes salir de Nicaragua a los familiares del personal de su embajada en Managua y autorizó la salida voluntaria de sus funcionarios en ese país, debido a las protestas de los últimos días.
“Los mítines políticos y las manifestaciones ocurren a diario, a menudo con poco aviso o previsibilidad”, dijo el Departamento de Estado, al actualizar su advertencia de viaje a Nicaragua.
El gobierno del presidente Donald Trump, que ya había llamado el sábado a “reconsiderar” viajes a Nicaragua por motivos de seguridad, volvió a advertir sobre los actos de violencia en las calles, las limitaciones para conseguir comida y combustible, incluido el acceso al aeropuerto internacional.
“Algunas protestas resultan en heridas y muertes. Las manifestaciones por lo general provocan una respuesta fuerte que ha incluido el uso de gas lacrimógeno, gas pimienta, balas de goma y munición real contra los participantes y ocasionalmente han llevado a saqueos, vandalismo e incendios intencionales”, dijo el Departamento de Estado.
Washington instó el domingo a la calma en Nicaragua, lamentó la pérdida de vidas y condenó la violencia y el uso excesivo de la fuerza contra civiles.
La violencia estalló en Managua el miércoles después de que la policía enfrentó a los manifestantes que protestaban contra los planes del gobierno del presidente Daniel Ortega de reformar el sistema de pensiones. Los disturbios se extendieron luego a otras ciudades.