Ucrania, y sus socios occidentales, se están encontrando con un problema: el Ejército ucraniano tiene una gran cantidad de cohetes occidentales disponibles, pero las cabezas explosivas, que también le proporcionan los aliados de la OTAN, empiezan a escasear.
Los arsenales de la OTAN, y de las potencias asociadas, se están agotando a medida que se alarga la guerra en Ucrania.
Para solventarlo, el Pentágono está estudiando planes de producción de armamento que permitan a Ucrania reponer su arsenal.
De los 12 planes que estudian en el Pentágono, uno está cobrando especial fuerza.
Según publica la agencia Reuters, Estados Unidos recibió una propuesta conjunta de las empresas Boeing y Saab para fabricar pequeñas bombas de precisión que se podrían instalar en el amplio stock de cohetes que Estados Unidos ha puesto a disposición de los ucranianos.
El plan de Boeing habría entusiasmado a los responsables militares de Estados Unidos y permitiría a las fuerzas ucranianas atacar muy por detrás de las líneas rusas en lugares donde, hasta ahora, están fuera del alcance ucraniano.
El sistema, denominado GLSDB, sería una alternativa viable a los sistemas de misiles ATACMS, solicitados por Ucrania a Estados Unidos pero cuyo envío descartó la Casa Blanca.
De aprobarse el plan, Boeing y Saab calculan que podrían enviar a Kiev las primeras remesas de bombas inteligentes en la próxima primavera, justo cuando se espera que la guerra se reactive de forma generalizada en todos los frentes.
Señala Reuters que los GLSDB, por su pequeño diámetro –se basan en la bomba GBU-39–, encajan muy bien en los cohetes M26 que Estados Unidos proporciona a Ucrania, y que tienen en su motor su principal baza.
Boeing ya ha fabricado un gran número de unidades GLSDB y solo está a la espera de que se apruebe su propuesta, y se solucione el enmarañado proceso logístico para que Ucrania pueda adquirir el armamento.
Según un documento al que tuvo acceso Reuters, los cohetes M26 son muy abundantes en el arsenal estadounidense y la bomba GBU-39 en que se basa el nuevo sistema es relativamente barata, lo que hace del GLSDB una opción idónea para armar a las fuerzas ucranianas frente al invasor ruso.
Según el fabricante, el GLSDB está guiado por GPS, es capaz de esquivar las defensas electrónicas y hacer blanco con independencia de las condiciones climáticas en toda clase de vehículo blindado.