Estados Unidos y México acordaron medidas más estrictas contra la migración irregular, como restringir el uso de los medios de transporte y aumentar las expulsiones de migrantes, informó este martes la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de México, Andrés Manuel López Obrador, mantuvieron una conversación telefónica el pasado fin de semana en la que decidieron tomar «medidas concretas» para reducir «los cruces fronterizos irregulares», informó el lunes la Casa Blanca sin especificar cuáles.
Este martes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dio algunas pistas.
Se trata de medidas «más estrictas para evitar que los ferrocarriles, autobuses y aeropuertos se utilicen para la migración irregular», afirmó.
«Y, por supuesto, el aumento de los vuelos de repatriación, tanto desde Estados Unidos como desde México, a los países de origen de los migrantes», añadió el portavoz.
Según dijo, el gobierno mexicano ha trabajado «arduamente para disminuir el nivel y el volumen de las oleadas de personas hacia la frontera» con Estados Unidos.
1.300.000 interceptaciones
Porque uno de los objetivos es responder «rápido para interrumpir las oleadas», añadió Kirby.
La patrulla fronteriza estadounidense interceptó en marzo 189.372 veces a migrantes y solicitantes de asilo, la mayoría latinoamericanos que cruzaron ilegalmente la frontera con México, según datos oficiales.
Es algo menos que en febrero y bastante menos que los casi 302.000 de diciembre.
La afluencia de migrantes aumentará probablemente con la llegada del calor en «mayo, junio, julio» como suele suceder, reconoció Kirby.
Desde octubre, cuando empezó el año fiscal en Estados Unidos, la cifra supera 1.300.000 interceptaciones, de acuerdo con datos oficiales.
La crisis migratoria en la frontera es un asunto central de la campaña para las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, que disputarán el demócrata Joe Biden, candidato a la reelección, y su predecesor republicano Donald Trump.