Darién migrantes
Foto: Archivo

Los gobiernos de Panamá y Estados Unidos firmaron este lunes un memorando de entendimiento (MOU) en el que la administración estadounidense se compromete a cubrir el gasto de la repatriación de migrantes por el Darién, la frontera natural con Colombia empleada por cientos de migrantes en su camino hacia Norteamérica, informaron las autoridades panameñas.

En el acuerdo suscrito hoy por el canciller panameño, Javier Martínez-Acha, y el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, el gobierno estadounidense se compromete a cubrir el gasto de la repatriación de los migrantes que entren ilegalmente por el Darién, adelantó en un comunicado la oficina del nuevo presidente panameño, José Raúl Mulino, que tomó posesión del cargo este lunes.

El memorando sobre asistencia y cooperación en asuntos migratorios permitirá cerrar el paso de migrantes ilegales por el Darién, algo que se convirtió en una grave crisis humanitaria.

«Panamá no será más un país de tránsito para los migrantes»

El texto del acuerdo, según la nota, indica: «Se busca apoyar a Panamá con equipos, transporte y logística de extranjeros detectados dentro de los flujos migratorios en contravención de las leyes migratorias de Panamá, que estarán sujetos a medidas administrativas migratorias de conformidad con el derecho panameño».

Panamá se comprometió a cumplir con todos los acuerdos y convenios internacionales sobre los derechos de los migrantes. También sobre aquellos en condición de refugiados.

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, está comprometido a resolver la crisis del Darién y terminar con el negocio ilegal de trata de personas, concluye el comunicado.

Poco antes de hacerse público el anuncio, Mulino afirmó durante su discurso de investidura que Panamá no será más un país de tránsito para los ilegales.

«No permitiré complicidades locales. A nuestras fuerzas de seguridad les pido aplicar la ley como corresponde, con estricto respeto a los derechos humanos y apego a la defensa de los intereses de nuestra patria», afirmó el presidente de Panamá.

Migración masiva

En lo que va de año, más de 195.000 migrantes han atravesado la selva, la mayoría venezolanos, mientras que en 2023 fueron más de 520.000, una cifra inédita, según datos oficiales.

«No permitiré que Panamá sea un camino abierto a miles de personas que ingresan ilegalmente a nuestro país, ayudados por toda una organización internacional relacionada con el narcotráfico y el tráfico de personas. Ese dinero producto de lucrar de la desdicha humana, es un dinero maldito», sostuvo Mulino.

Y añadió: «Panamá no puede seguir financiando el costo económico y social (que situó en el pasado en 100 millones de dólares anuales), que la inmigración ilegal masiva genera al país. Con la vinculación de organizaciones criminales internacionales que generan inseguridad a nivel internacional y obligan a los agentes de seguridad panameños a descuidar nuestra seguridad territorial y marítima en otros puntos del país».


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