Estados Unidos no admitirá nuevas solicitudes de protección migratoria para los jóvenes que llegaron al país de forma irregular junto a sus padres, conocidos como «Dreamers», pero permitirá que quienes ya tienen un permiso lo renueven por un año, anunció este martes el Departamento de Seguridad Interior.
El presidente Donald Trump canceló en 2017 el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, que protegía a los «Dreamers» (Soñadores) de la deportación, pero esta decisión fue impugnada y terminó en la Corte Suprema, que a mediados de junio la bloqueó.
A partir de ahora, el gobierno no aceptará nuevos pedidos, pero renovará la protección para quienes ya cuenten con el estatuto DACA. La extensión será por un año, no por dos, como establece el programa original.
La noticia, revelada a periodistas bajo condición de anonimato por un alto funcionario del gobierno, fue confirmada por el Departamento de Seguridad Interior que explicó en un comunicado las nuevas reglas.
El secretario interino del DHS, Chad F. Wolf, instó al Congreso a legislar sobre el asunto.
«Mientras el Departamento sigue examinando las políticas y considera futuras acciones, sigue siendo válido el hecho de que el Congreso debería actuar en este tema», indicó el funcionario.
Wolf defendió que hay importantes razones reglamentarias que pueden justificar una rescisión total de DACA.
El alto funcionario que habló bajo condición de anonimato señaló que estas acciones están dirigidas a limitar el alcance de este programa mientras el DHS y el gobierno revisan su legalidad.
El 10 de julio -después de que la Corte Suprema bloqueara su intento por terminar la protección para los «Dreamers»- el presidente Trump prometió que les iba a dar una vía para la ciudadanía.
Este martes Trump dijo en una rueda de prensa, en la que le preguntaron por su decisión, que apostaba por un sistema de inmigración basado en los méritos.
«Vamos a hacer felices a los ‘DACA’ y también van a quedar contentos los legisladores, pero también vamos a labrar un fantástico sistema de inmigración en base a los méritos«, afirmó el mandatario en una rueda de prensa.
La asociación de defensa de los derechos civiles ACLU prometió que va a luchar contra esta reglamentación.
«Hoy es un día cruel para los «Dreamers» y sus familias y para los estadounidenses. Pero prometemos que al igual que los «Dreamers», que han luchado durante décadas, no vamos a parar de luchar», dijo ACLU.
«Ilegal»
En Estados Unidos, unas 700.000 personas se benefician del programa DACA, la mayoría de ellas de origen latinoamericano.
Este anuncio impactó de lleno en la campaña electoral de cara a las elecciones de noviembre en las que Trump busca la reelección. De momento, el mandatario está rezagado en las encuestas frente a su rival demócrata Joe Biden.
Trump -que tiene una línea dura contra la inmigración irregular y también contra la llegada regulada de extranjeros- canceló en 2017 este programa de protección que había sido creado por su predecesor demócrata, Barack Obama.
Para el mandatario la lucha contra la inmigración ha sido una piedra angular de gobierno y es uno de los ejes de su campaña.
Sin embargo, en Estados Unidos hay un amplio apoyo a los «Dreamers» y, según una encuesta publicada en junio, tres cuartos de la población cree que estos jóvenes merecen protección migratoria.
La semana pasada un tribunal de Maryland ordenó al gobierno que tramite nuevos permisos afirmando que la decisión de Trump de finalizar este programa quedó revocada por la Corte Suprema.
El representante demócrata Joaquín Castro, el presidente de la Liga de Congresistas Hispanos, denunció que Trump mintió cuando prometió proteger a los «Dreamers» y dijo que esta terminación parcial de DACA es ilegal.