Estados Unidos promedió 3.300 muertes diarias en la última semana. Esto, después de registrar este martes otro récord de fallecimientos en un día con 4.327, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, publicados este miércoles.
El promedio diario de los últimos siete días significa un aumento de 217% desde mediados de noviembre, de acuerdo con la misma fuente. Las cifras también apuntan a que los cinco picos más altos de fallecimientos desde el inicio de la pandemia se han registrado en las primeras semanas de 2021.
De hecho, previo a este martes, la única vez en que el número de muertes superó la barrera de las 4.000 en Estados Unidos fue el pasado 7 de enero, cuando 4.194 personas perecieron por coronavirus.
Las muertes en California, epicentro actual
Si bien al inicio de la pandemia el epicentro en Estados Unidos se situó en Nueva York, en los últimos meses el estado más afectado ha sido California, tanto en número de contagios como de muertes.
Aproximadamente, según datos oficiales, 13,5% de los diagnósticos en ese estado son ahora positivos, lo que se traduce en más de 43.000 casos diarios.
Además, California ha sufrido unos 519,6 decesos al día en la última semana, un aumento de 116,4% con respecto a hace dos semanas, según datos del diario Los Angeles Times.
Dentro del estado, el condado de Los Ángeles es precisamente el más impactado con más de 944.000 positivos y 12.674 muertes registradas.
Vacunas
Pese a la gravedad de la situación, el ritmo de vacunaciones en Estados Unidos continúa siendo más lento de lo esperado. Esto, según el propio gobernador de California, Gavin Newsom, y el alcalde de la ciudad angelina, Eric Garcetti.
Para tratar de solucionar esta lentitud, Los Ángeles habilitará esta semana el estadio de los Dodgers, del equipo local de béisbol, como un punto para administrar la vacuna contra el covid-19.
Nueva York reacciona
La ciudad de Nueva York respondió también a esta falta de ritmo en las vacunaciones. Inauguró esta semana varios centros que permanecen abiertos 24 horas para inyectar al mayor número de personas posibles. Entre ellos, el Brooklyn Army Terminal, que tiene capacidad para inocular a unos 2.000 ciudadanos al día.
Se trata de una instalación al aire libre, conformada por una treintena de pequeñas casetas en las que los neoyorquinos son atendidos por dos personas: una que registra todos los datos del paciente en un ordenador, y otra que explica detalladamente el procedimiento e inyecta el suero.
Después, el recién inoculado pasa a una «zona de observación», una austera área delimitada con láminas de plástico que no ofrecen ningún cobijo de las bajas temperaturas del invierno de la Gran Manzana, y en la que se sispusieron sillas negras de plástico, distanciadas entre sí.
Tras un cuarto de hora, y si el paciente no muestra ningún efecto secundario preocupante, es libre de marcharse.
En total, Estados Unidos registra casi 23 millones de casos positivos y 383.388 muertes.