El gobierno de Estados Unidos prohibirá los vuelos comerciales desde su territorio a todas las ciudades de Cuba, salvo La Habana. La medida se debe a un nuevo intento por aislar aún más a la isla en represalia por su apoyo al régimen de Nicolás Maduro.
“Acabamos de anunciar que suspendemos todo el servicio aéreo de Estados Unidos a nueve aeropuertos de Cuba. La única excepción es el aeropuerto internacional José Martí en La Habana”, dijo a Efe la encargada de Cuba y Venezuela en el Departamento de Estado, Carrie Filipetti.
La medida concede un plazo de 45 días a las aerolíneas afectadas, que incluyen a American, Delta y JetBlue, para detener sus vuelos a nueve aeropuertos cubanos internacionales, entre los que figuran los de Santiago de Cuba, Camagüey, Varadero, Santa Clara y Holguín.
Filipetti explicó que el objetivo es “restringir los recursos económicos del régimen cubano”, al que Washington reprocha su apoyo a Maduro.
El Departamento de Estado considera en un comunicado que esta “acción evita que los ingresos que llegan al régimen cubano sean usados para financiar su represión en curso contra el pueblo cubano y su apoyo a Nicolás Maduro en Venezuela”.
La decisión se hará efectiva el 10 de diciembre. Ha sido notificada a las compañías aéreas estadounidenses.
Chárteres permitidos
Los nueve aeropuertos afectados son: Ignacio Agramonte, en Camagüey; Antonio Maceo, en Santiago de Cuba; Vilo Acuña, en Cayo Largo; Jardines del Rey, en Cayo Coco; Abel Santamaría, en Santa Clara; Sierra Maestra, en Manzanillo; Jaime González, en Cienfuegos; Frank País, en Holguín; y el de Juan Gualberto Gómez, en Matanzas.
Los vuelos chárteres que usan muchos cubano-estadounidenses para viajar desde Miami (Florida, Estados Unidos) a Cuba no se verán afectados.
Esos vuelos chárteres solo permiten viajar a un número limitado de personas y dependen, en su mayoría, de empresas localizadas en el estado de Florida, donde viven muchos cubano-estadounidenses.
Fruto del deshielo que empezó en 2014, los gobiernos del ex presidente Barack Obama y de su homólogo cubano Raúl Castro anunciaron en diciembre de 2015 un acuerdo para restablecer los vuelos regulares directos, lo que sirvió para fomentar los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla.
Sin embargo, desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, el presidente Donald Trump endureció la política hacia Cuba mediante reducciones del personal diplomático, el aumento del embargo comercial, restricciones a los cruceros y límites a los viajes de estadounidenses a la isla.
Este mismo lunes entró en vigor una nueva tanda de medidas que, entre otros aspectos, revocan las autorizaciones que permitían a empresas estadounidenses rentar aviones a aerolíneas del gobierno cubano, como la estatal Cubana de Aviación.
Esa misma semana Cubana de Aviación anunció la cancelación de sus vuelos a siete destinos internacionales y dos nacionales, y culpó de ello al reciente endurecimiento del embargo de Estados Unidos al país caribeño.