Estados Unidos prevé aplicar la ley migratoria que permite solicitar asilo pero también «la deportación acelerada» y repatriación de los migrantes «que cruzan ilegalmente la frontera» cuando se levante la norma sanitaria que bloquea su entrada, informó este martes un funcionario.
Actualmente el gobierno del presidente Joe Biden aplica una norma de salud pública conocida como Título 42, que empezó a utilizar su predecesor Donald Trump como medida anticovid y que permite expulsar inmediatamente a cualquier extranjero o no residente que intente entrar en el país sin visa.
Pero un juez prohibió el Título 42 y dio de plazo al gobierno hasta el 21 de diciembre para prepararse para su suspensión.
«Nosotros estamos activando nuestros planes para la conclusión del Título 42», afirmó en rueda de prensa telefónica Blas Nuñez-Neto, subsecretario interino de política fronteriza e inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional.
Una vez que se levante se aplicarán las reglas del Título 8, como se viene haciendo desde hace décadas, «que tienen consecuencias importantes para la gente que cruza ilegalmente la frontera», como «la repatriación», que «pierdan la posibilidad de venir a Estados Unidos por hasta diez años» y procesamientos legales «por el crimen de cruzar la frontera», afirmó.
«Las personas que no tienen base legal para permanecer en Estados Unidos bajo nuestras leyes de inmigración serán deportadas», dijo.
«Es un cambio que va a ser significativo pero quiero reiterar que tenemos mucha experiencia aplicando la ley y un plan muy robusto para implementarlo rápidamente cuando termine el Título 42».
El funcionario aseguró que se preparan desde febrero para aplicar medidas migratorias, entre las que se «va a incluir el uso» de «la deportación acelerada», que consiste en devolver a sus países rápidamente «a los que no establecen derechos para quedarse en los Estados Unidos».
En febrero se estableció un centro de coordinación para la frontera suroeste y en abril se publicó un plan de seguridad para enviar recursos, mejorar la eficacia y cooperar con otros países en la lucha contra los carteles, los coyotes y el crimen organizado, detalló.
«Ya tenemos muchos recursos en la frontera. Hay más de 23.000 agentes y oficiales de seguridad (…) y hemos incrementado significativamente nuestra capacidad de detención y para poder transportar a migrantes y deportarlos», afirmó.
Según él esto ha permitido detener a más de 5.000 coyotes y contrabandistas y frustrar más de 5.500 operaciones en los últimos meses.
Solicitar asilo
En lo que va de año, hasta el 22 de septiembre, las autoridades fronterizas interceptaron a 2,3 millones de migrantes, entre los cuales hay cada vez más venezolanos, cubanos o nicaragüenses.
«Ya tenemos la capacidad de hacer vuelos de repatriación a Nicaragua, con el tema de los nacionales de Venezuela estamos en discusión con México y otros países para ver qué se puede hacer en ese sentido», afirmó Nuñez-Neto.
«Obviamente hoy en día no tenemos relaciones con el gobierno de Venezuela» pero «sí tenemos la capacidad de repatriar a venezolanos a Venezuela», dijo, especificando que eran «números limitados».
En octubre el gobierno de Biden, que no reconoce al mandatario venezolano Nicolás Maduro por considerar su elección fraudulenta, decidió permitir la entrada a 24.000 venezolanos previa petición formal y por vía aérea y expulsar a territorio mexicano a aquellos que crucen «ilegalmente» la frontera.
El Título 8 permite solicitar asilo en los puertos de entrada al país.
Habrá la posibilidad de que «individuos se presenten en unos puntos de entrada para ser procesados si quieren aplicar para asilo político» y «estamos viendo qué podemos hacer para tener un proceso seguro, ordenado y que funcione», dijo el funcionario.
Mientras el Título 42 siga en vigor, que «por el momento no hemos tenido la capacidad de aplicar» a los cubanos, aquellos migrantes que crucen la frontera «serán expulsados», insistió, y avisó que «los coyotes están haciendo correr rumores e información falsa sobre lo que está pasando en la frontera».