El Departamento de Justicia de EE UU reveló este jueves acusaciones presentadas contra 14 destacados líderes de la Mara Salvatrucha o MS-13 en Central Islip, en el estado de Nueva York, que aseguran dirigieron las actividades criminales y la violencia del grupo por todo el mundo durante cerca de dos décadas.
Conspiración
Según un comunicado remitido a la prensa, los 14 miembros, que forman un grupo conocido en la actualidad como Ranfla Nacional, están acusados de conspirar para proveer material para apoyar a terroristas, conspirar para cometer actos de terrorismo fuera de EE UU, y conspirar para financiar terrorismo y narco-terrorismo desde El Salvador, México y territorio estadounidense.
Entre los acusados se encuentra Borromeo Enrique Henriquez, alias “Diablito de Hollywood,” que está considerado como el miembro más poderoso de Ranfla Nacional.
Entre los 14, también se encuentran tres miembros que aun están en libertad, sobre los que el Departamento de Justicia ofreció una recompensa de 20.000 dólares por información que pueda ayudar a localizarlos y arrestarlos: Fredy Ivan Jandres-Parada, alias “Lucky de Park View” y “Lacky de Park View”; Cesar Humberto Lopez-Larios, alias “El Grenas de Stoners” y “Oso de Stoners”; y Hugo Armando Quinteros-Mineros, alias “Flaco de Francis”.
Los otros 11 acusados se encuentran bajo custodia policial en El Salvador, pero las autoridades estadounidenses señalaron que están «explorando» opciones para extraditarles al país.
«Las acusaciones anunciadas hoy son las que llegan más alto y son las más extensas contra la MS-13 y su estructura de control de la historia de EE UU», afirmó el fiscal general en funciones, Jeffrey Rosen.
«Trabajando junto con nuestros compañeros de las fuerzas de seguridad de EE UU y los colegas de El Salvador, hemos presentado acusaciones contra los más altos cargos de la MS-13 de operar una organización criminal transnacional que utiliza el terror para imponer su voluntad a vecindarios, negocios y civiles inocentes por todo EE UU y América Central», agregó.
Por su parte, el fiscal en funciones del distrito Este de Nueva York, Seth DuCharme, recordó que la MS-13 es responsable de «una ola de muerte y violencia que ha aterrorizado comunidades», en concreto la de la región de Long Island, en la zona oriental del estado neoyorquino.
«Incluso encarcelados, la Ranfla Nacional continuó dirigiendo las operaciones globales de la MS-13, reclutando nuevos miembros, incluyendo niños (…) y orquestando asesinatos y (creando) caos por todo el mundo», agregó DuCharme.
La imputación afirma que aproximadamente en 2002, estos 14 miembros y otros líderes de la MS-13 comenzaron a establecer un comando altamente organizado y jerárquico con el objetivo de poner en práctica sus decisiones incluso estando en prisión.
Así, dirigieron actos de violencia y asesinatos en El Salvador, EE UU y otros países, a la vez que establecieron campos de entrenamiento de estilo militar para sus miembros y se hicieron con armas como rifles, granadas, pistolas, lanzacohetes y artefactos explosivos improvisados.
Además, la Ranfla Nacional estableció una serie de estrictas reglas para los miembros de la MS-13 con el objetivo de asegurar su lealtad, a la vez que ejercieron su poder sobre el gobierno de El Salvador cometiendo actos de violencia e intimidación sobre funcionarios salvadoreños, lo que llevó al grupo a ordenar el asesinato de algunos de ellos y de efectivos de las fuerzas del orden del país.
La imputación se produce después de que en 2019, el entonces fiscal general de EE UU, William Barr, creara una división especial para luchar contra la MS-13 tras la orden ejecutiva del presidente Donald Trump de 2017 para luchar contra el crimen organizado e incrementar la seguridad de la población estadounidense.