Estados Unidos pidió este jueves a China que interceda en la crisis de Ucrania «de manera constructiva» para rebajar la tensión con Rusia, ya que el estallido de una guerra tendría efectos negativos incluso para Pekín.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, recordó en rueda de prensa que China tiene una relación cercana con Rusia a diferencia de los países occidentales, por lo que instó a que aproveche esta «influencia» para frenar la confrontación.
Así respondió Estados Unidos después de que Pekín entrara este mismo jueves en el tablero político de la crisis ucraniana. Esto con un toque de atención en el que advirtió a Washington que debe «respetar las legítimas preocupaciones» de Moscú.
Llamada entre China y EE UU
Durante una llamada con el secretario de Estado, Antony Blinken, el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, criticó la «expansión» militar de la OTAN al tiempo que pidió «calma» y «contención».
El gobierno estadounidense tomó la palabra de Pekín en su llamamiento a la calma. Asimismo, le recordó que puede influir para evitar un conflicto que no le conviene.
«Si hay un conflicto en Ucrania, no va a ser bueno tampoco para China. Habrá un impacto significativo en la economía global», aseguró a la prensa Vitoria Nuland, subsecretaria de Estado de Asuntos Políticos.
Tensión entre Estados Unidos y Rusia
Un día después de que Washington y sus socios de la OTAN respondieran por escrito a las garantías de seguridad solicitadas por Moscú, sigue la calma tensa entre Estados Unidos y Rusia.
El gobierno de Vladímir Putin había exigido a la Alianza Atlántica frenar su expansión hacia el este de Europa.
En particular a Ucrania y Georgia, el cese de la cooperación militar con antiguas repúblicas soviéticas y la retirada de tropas a las posiciones que ocupaban antes de 1997.
Aunque el contenido de la repuesta de Occidente no ha sido desvelado, Estados Unidos ya avanzó que las puertas de la OTAN «siguen abiertas» a nuevos socios.
«No hay muchos motivos para el optimismo», respondió este jueves el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Por su parte, la Casa Blanca sigue sosteniendo que es «inminente» la invasión del territorio ucraniano por parte de Rusia, país que tiene desplegados a 100.000 soldados en la frontera con Ucrania.
Y el Pentágono precisó que hay equipos de combate y unidades de infantería entre los 8.500 soldados que ha puesto en «alerta elevada» para su despliegue en el este de Europa en caso de una invasión.
Estos soldados se desplegarían en los países del flanco este de la OTAN y no en Ucrania, país al que Washington asiste con el envío de armamento, pero no de tropas.
Integridad territorial
Precisamente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvo este jueves una llamada con su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski.
En este encuentro refrendaron una vez más el compromiso de Washington con la integridad territorial del país europeo.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, explicó en rueda de prensa que el objetivo de esta comunicación, la tercera entre ambos mandatarios, es ratificar que Estados Unidos no hará «nada sobre Ucrania sin Ucrania».
En otro esfuerzo para cerrar filas con sus aliados, la Casa Blanca informó este jueves que Biden recibirá el 7 de febrero al canciller de Alemania, Olaf Scholz.
Se enfría la unidad
Durante los últimos días, se ha enfriado la unidad entre Estados Unidos y la Unión Europea, ya que Washington insiste en la inminencia de una invasión.
Mientras la Unión Europea ha pedido no dramatizar.
Este distanciamiento se ha evidenciado en particular entre Washington, que considera necesario el envío de armas a Ucrania. Así como Berlín, que ha descartado esta opción escudándose en su papel en la Segunda Guerra Mundial.
La portavoz de Biden, sin embargo, sostuvo que todos los aliados siguen unidos en el objetivo de «apoyar a Ucrania».
«Estar unidos no significa que tomemos decisiones idénticas. Cada país tiene sus propias capacidades y sus leyes, lo más importante es estar unidos contra la retórica bélica de Rusia», sentenció Psaki.