Estados Unidos anunció este miércoles la imputación de una decena de personas a las que acusa de haber vendido tecnología estadounidense a Rusia, alguna de ella hallada en el campo de batalla en Ucrania, y de traficar millones de barriles de petróleo venezolano.
Se trata de «dos complots internacionales distintos destinados a violar las leyes comerciales y las sanciones estadounidenses», declara el secretario de Justicia, Merrick Garland, en un comunicado.
En un caso, cinco rusos y dos corredores de petróleo venezolanos fueron acusados de haber comprado en Estados Unidos componentes electrónicos destinados a equipar aviones, radares o misiles, y de haberlos vendido a empresas de armamento rusas.
Algunos de estos componentes, que transitaron a través de un sistema financiero opaco, «fueron encontrados en plataformas de armas rusas incautadas en el campo de batalla ucraniano», según Merrick Garland.
Petróleo venezolano a Rusia y China
Se sospecha que la red, de la que dos miembros fueron arrestados en Alemania e Italia, usó la misma empresa pantalla para transferir cientos de millones de barriles de petróleo venezolano a Rusia y China.
El Departamento del Tesoro ha adoptado sanciones contra uno de los líderes de esa red, el ruso Yuri Orekhov, y dos de sus empresas con sede en Alemania y Dubái. Una de ellas es NDA GmbH.
Usaron empresas pantalla y documentación falsificada
El pago por las actividades ilícitas de NDA GmbH solía hacerse en dólares enviados a través de instituciones financieras estadounidenses. Para facilitarlo, Orekhov y sus cómplices usaron empresas pantalla y documentación falsificada.
También se detectaron envíos masivos en efectivo con mensajeros en Rusia y América Latina, así como transferencias de criptomonedas por valor de millones de dólares, para efectuar esas transacciones y lavar los ingresos.
En un comunicado, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, estima que Orekhov y sus compañías «contribuyeron indirectamente a la guerra injustificada del Kremlin contra Ucrania».
En el segundo caso, tres personas fueron detenidas en Letonia y una en Estonia por haber intentado exportar a Rusia una sofisticada máquina que podría usarse para actividades nucleares.
Estados Unidos las acusa de fraude y lavado de dinero y solicita su extradición.