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EE UU fortalecerá relaciones con las democracias de Suramérica en medio de las tensiones con Venezuela

por Avatar AFP

Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, viajará este martes a Ecuador y Colombia para fortalecer relaciones con las democracias de Suramérica, en medio de un repunte de tensiones con Venezuela.

En Ecuador y Colombia, se reunirá con líderes derechistas como parte de la estrategia del presidente Joe Biden para promover la democracia, pero también mantener la presión sobre los mandatarios de izquierda en el continente.

Blinken resaltará específicamente la manera en la que esos países aprovecharon sus valores y compromisos democráticos en beneficio de sus ciudadanos, dijo Brian Nichols, diplomático de Estados Unidos de más alto nivel para América Latina.

Primera reunión será con Lasso

El jefe de la diplomacia estadounidense llegará el martes a Quito en donde se encontrará con el presidente Guillermo Lasso.

“El progreso inmediato que logró el presidente Lasso en la entrega de vacunas de covid-19 en comparación con la administración precedente es un ejemplo concreto de lo que un gobierno transparente y democrático puede lograr”, dijo Nichols a periodistas.

Colombia es un aliado de larga data de Estados Unidos y Biden ha mantenido en buena medida el apoyo de su predecesor, Donald Trump, al presidente Iván Duque, pese a los llamados de los progresistas del Partido Demócrata para que se pronuncie con más fuerza contra la brutalidad policial.

Fricciones con Venezuela

Biden también mantiene la presión sobre líderes de izquierda autocráticos en Venezuela, Cuba y Nicaragua.

El viaje de Blinken ocurre días después de que Cabo Verde extraditó a Miami a Alex Saab, un hombre muy cercano a Nicolás Maduro. La justicia estadounidense lo acusa de robar millones de dólares destinados a comida y ayudas en un país sumido en la pobreza extrema.

Maduro respondió a la captura suspendiendo las conversaciones con la oposición en curso en México, que han contado con la mediación de Noruega, y que también dirige Juan Guaidó, a quien Washington considera presidente interino de Venezuela.

Venezuela es un tema que probablemente se discutirá con el mandatario colombiano Iván Duque, feroz crítico de Maduro.

Nuevo tipo de relación

La apuesta mundial de Biden por la democracia ha resultado sutil en América Latina.

El gobierno de Biden ha intensificado, por su defensa del medioambiente, conversaciones con Brasil, la nación más poblada del continente americano, en donde su presidente Jair Bolsonaro amenaza con rechazar el resultado de la elección presidencial del año próximo.

Blinken se reunirá en Colombia y Ecuador con grupos en defensa de los derechos humanos y también se hablará de dos asuntos claves para la administración Biden: el cambio climático y la migración.

“Es un importante viaje en favor de la democracia para el secretario Blinken, pero también es un realineamiento de las relaciones con las democracias de América Latina, más allá de los asuntos tradicionales que han dominado el debate durante muchos años”, dijo Muni Jensen, exdiplomática colombiana y actual consultora en el Albright Stonebridge Group en Washington.

Colombia ha complacido a la administración Biden al adoptar algunos de los objetivos más ambiciosos de América Latina sobre cambio climático antes de la cumbre medioambiental de la ONU del mes próximo, mientras que Ecuador es especialmente sensible como hogar de las Galápagos.

En Bogotá, autoridades dijeron que Blinken se reunirá con ministros de la región para hablar de políticas de migración humanas, en medio de un alto flujo de haitianos que buscan iniciar el largo viaje a Estados Unidos desde Colombia.

“La democracia está temblando”

Kevin Whitaker, embajador estadounidense en Colombia entre 2014 y 2019, dijo que un fuerte mensaje de Blinken sobre democracia podría tener un impacto significativo en un momento en que su rival China se abre paso en América Latina.

“La democracia está de alguna manera temblando en el hemisferio. Hemos visto al populismo autoritario crecer”, dijo Whitaker.

La era Trump y el asalto al Capitolio el 6 de enero sirvió para desacreditar el modelo de la democracia estadounidense para algunas élites respecto a lo que siempre creyeron que representaría Estados Unidos en la región, agregó.