El juez estadounidense que lleva el caso de extradición del ex presidente de Perú Alejandro Toledo determinó este jueves que sigue el riesgo de fuga y decidió mantenerlo en prisión provisional mientras se desarrolla el juicio.
El magistrado Thomas Hixson, del distrito Norte de California, desestimó así las nuevas pruebas aportadas por la defensa de Toledo. También obvió el aval de sus amigos por valor de 1 millón de dólares. Hixson ratificó su decisión de finales de julio, cuando le denegó la libertad bajo fianza por primera vez.
El abogado de Toledo, Graham Archer, hizo una última oferta por la que allegados de su cliente ponían varias de sus posesiones como aval en caso de que este se fugase si le era concedida la libertad.
El total de esos activos, que incluía ahorros personales e inmuebles, ascendía a 1 millón de dólares. Archer recalcó que, más allá del valor monetario, era una garantía de que Toledo no traicionaría la confianza de amigos de toda la vida haciéndoles perder sus casas y dinero.
Otra de las líneas de defensa de Alejandro Toledo fue que supuestamente está financieramente arruinado. Por tanto, no dispondría de medios para abandonar el país, algo que la fiscal Elise LaPunzina, que representa a Estados Unidos en este caso de extradición, puso en duda.
LaPunzina aseguró que Toledo tiene millones de dólares en paradero desconocido y que lleva un estilo de vida impropio de alguien que dice no tener activos disponibles. Entre otras cosas, paga 6.400 dólares al mes de alquiler, alto incluso para los estándares del área de la bahía de San Francisco.
«Que jure que él personalmente no posee activos no me tranquiliza si la gente a su alrededor sí que los posee», indicó el juez, quien describió al ex mandatario peruano como un individuo con conexiones, gente en su entorno con grandes activos y un lugar al que poder huir.
Este lugar al que el magistrado se refirió es Israel, con el que la Fiscalía ha insistido en varias ocasiones como posible destino de Toledo en caso de fuga. Su esposa es ciudadana del mismo y no tiene un tratado de extradición con Perú.
Mejora de condiciones en prisión
Pese a denegarle la libertad bajo fianza, Hixson sí se mostró interesado en mejorar las condiciones de Toledo en la prisión de Santa Rita. Actualmente, permanece en una celda de aislamiento como forma de garantizar su seguridad, algo que el juez calificó de terrible.
Una alternativa que el gobierno puso sobre la mesa fue que se estudiase cambiarlo a una situación de separación máxima. En esta, el ex mandatario no estaría totalmente aislado, sino que compartiría espacios con otros presos que también requieren de un nivel extra de protección.
No obstante, esa decisión corresponde en última instancia a los responsables de la prisión.
La esposa de Toledo, Éliane Karp, asistió como público a la audiencia de este jueves y estalló en gritos e insultos al terminar la sesión.
Calificó de brujas, les dijo que están matando a Alejandro Toledo, que serán responsables de su muerte y que el juicio es un chiste. Ante esto, fue expulsada de la sala en medio de gran revuelo por los responsables de seguridad y cayó al suelo durante su salida.
Karp ya había sido alertada por uno de los vigilantes, puesto que en los momentos en los que la Fiscalía defendía su posición ante el magistrado emitió varios suspiros muy sonoros y comentarios críticos en voz alta.
Hixson fijó la próxima vista, la primera del juicio de extradición propiamente dicho, para el 17 de octubre.
Toledo está acusado de recibir hasta 35 millones de dólares de Odebrecht a cambio de favorecer a la empresa brasileña en sus negocios en Perú. Ha pasado los últimos dos años prófugo en Estados Unidos, donde reside en la localidad de Menlo Park, cerca de San Francisco.