El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, anunció este martes el envío de «fuerzas adicionales» para apoyar al personal de la embajada estadounidense en Bagdad, tras el asalto de cientos de simpatizantes y miembros de milicias chiitas a la legación diplomática en la capital iraquí.
«Hemos tomado medidas apropiadas de protección para asegurar la seguridad de los ciudadanos, personal militar y diplomáticos de Estados Unidos en el país, y garantizar nuestro derechos a la defensa propia», afirmó Esper en un comunicado.
A tal efecto, agregó el jefe del Pentágono, aprobó «el envío de fuerzas adicionales para apoyar a nuestro personal en la embajada».
Por su parte, un portavoz del Departamento de Estado indicó en una nota que el personal de la embajada «está segura» y rechazó que haya habido «irrupción» en la legación diplomática.
Pocas horas antes, el presidente Donald Trump acusaba a Irán de «orquestar el asalto» contra la embajada, que ocurrió menos de 48 horas después de que Estados Unidos bombardeara posiciones de las milicias progubernamentales Multitud Popular, a las que acusa de recibir apoyo de Teherán.
«Irán mató a un contratista estadounidense e hirió a muchos. Respondimos con contundencia, siempre lo haremos», agregó Trump en su cuenta de Twitter, en referencia al incidente que llevó a Estados Unidos a lanzar los ataques del domingo.
El Pentágono aseguró que su actuación defensiva respondía a la muerte el pasado día 27 de un contratista norteamericano por el impacto de proyectiles en la base militar K1 de Kirkuk, en el norte de Irak, siendo la primera víctima mortal causada por el lanzamiento de cohetes contra instalaciones donde hay presencia estadounidense en suelo iraquí.
Washington responsabiliza de ello a las milicias chiitas y, en concreto, a Kata’ib Hizbulá, que opera bajo el paraguas de la Multitud Popular.
Partidarios e integrantes de esas agrupaciones armadas acudieron este martes a la Embajada de Estados Unidos después de participar en los funerales de las víctimas del bombardeo del domingo y empezaron a trepar por los muros de la sede diplomática. Finalmente, consiguieron acceder a una parte del complejo.
Asimismo, han izado banderas de la Multitud Popular y han coreado lemas como «muerte a Estados Unidos», además de escribir en la puerta principal de la embajada «cerrado por orden del pueblo».
Los manifestantes aseguraron que permanecerían acampados a las puertas del edificio, pero a última hora del martes su número ha disminuido y no han levantado tiendas de campaña en la zona, excepto algunas que plantaron a mediodía, según una fuente del Ministerio de Interior iraquí.
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