Estados Unidos estaba pendiente este lunes de la probable inculpación de Donald Trump en Nueva York por comprar el silencio en 2016 de una actriz porno con la que habría tenido una relación, una «caza de brujas» según el expresidente, que convocó a sus seguidores a apoyarlo masivamente.
Trump aseguró el sábado en su plataforma Truth Social que va a ser «detenido» el martes, una bomba en plena precampaña por la nominación republicana para aspirar de nuevo a la presidencia de Estados Unidos en 2024.
Las autoridades judiciales se preparan para la inculpación por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, del hombre de negocios, que podría ser simbólicamente detenido y esposado, en un hecho sin precedentes para un expresidente estadounidense.
El 45º presidente estadounidense instó a sus seguidores a «manifestarse» en su apoyo.
Este lunes está prevista una protesta «pacífica» a las 18:00 (22:00 GMT) en el sur de Manhattan.
Más de una docena de oficiales del Departamento de la Policía de Nueva York se reunieron este fin de semana con responsables de la seguridad del alcalde demócrata Eric Adams, en previsión de protestas, según The New York Times.
Ante el temor de posibles tensiones, e incluso violencia, la policía neoyorquina respondió a la AFP que «su estado de preparación es una constante en todo momento y en todos los casos». Dijo asimismo que se está «coordinando» con la policía federal FBI y la Fiscalía de Manhattan.
Para el multimillonario republicano se trata de una «caza de brujas».
Según Trump, el hecho investigado prescribe a los dos años. «Y lo que es más importante, ¡No fue delito!», escribió este lunes el magnate en su plataforma Truth Social.
Caso complejo
Trump, de 76 años de edad que ha modificado de forma duradera el equilibrio de poderes en Estados Unidos, volvió a arremeter este lunes en su plataforma Truth Social contra el servicio «corrupto» del fiscal Bragg, un magistrado afroamericano demócrata, elegido por la población, como todos los jueces y fiscales del país.
La abogada de Trump, Susan Necheles, denunció el sábado a la AFP la «persecución política» del hombre de negocios.
El caso de Stormy Daniels es jurídicamente complejo.
La justicia neoyorquina trata de esclarecer si Trump es culpable de falsa declaración (una infracción), o de infringir la ley sobre financiamiento electoral (un delito penal) al pagar 130.000 dólares a Stephanie Clifford, el verdadero nombre de Daniels, en las semanas anteriores a las elecciones de noviembre de 2016, con el fin de comprar su silencio sobre una supuesta relación extraconyugal, según la acusación.
La investigación se aceleró la semana pasada.
Michael Cohen, antiguo abogado y ahora enemigo de Trump, encargado de entregar el dinero a Clifford en 2016, y la actriz declararon ante un gran jurado, un panel de ciudadanos elegidos por sorteo, cuyo veredicto puede llevar a una inculpación.
A Trump también lo incitaron a declarar ante este gran jurado. Otro de sus abogados dijo que «acudiría» a una citación de la justicia neoyorquina.
«Los fiscales casi nunca invitan al objetivo de la investigación a declarar ante el gran jurado a menos que tenga la intención de inculparlo», dijo a la AFP el profesor de derecho y exfiscal Bennett Gershman.
Probabilidad de que Trump comparezca voluntariamente
Según su colega Renato Mariotti, es probable que, en caso de inculpación, Trump, que vive en su mansión de Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida), comparezca voluntariamente ente el tribunal de Manhattan.
Pero por razones de seguridad y para evitar «un espectáculo», es «probable que no llegue al tribunal por la puerta principal», dice Robert McDonald, profesor de derecho penal y exmiembro del Servicio Secreto que protege a los mandatarios estadounidenses.
El principal temor de las autoridades sería una repetición del caos del asalto al Capitolio en Washington el 6 de enero de 2021, cuando Trump instó a sus partidarios a ignorar los resultados de las urnas que dieron la victoria al demócrata Joe Biden.
El domingo, varios caciques republicanos salieron en apoyo de Trump, en particular su antiguo vicepresidente, Mike Pence, quien rompió con el magnate en 2021, y con quien podría competir en las primarias por la nominación republicana a la elección presidencial de 2024.