Trabajadores de Estados Unidos comenzaron a reforzar el muro fronterizo en la mexicana Ciudad Juárez, donde los migrantes que han llegado en la última oleada récord se dicen desalentados y temerosos por la medida.
En la urbe, fronteriza con la ciudad estadounidense de El Paso, Texas, iniciaron los trabajos que anunció la semana pasada la Administración de Joe Biden para elevar aún más la estructura construida por el gobierno de Donald Trump (2017-2021), algo que había rechazado el actual mandatario de Estados Unidos.
Imágenes de EFE documentaron las obras de reforzamiento del muro cerca del centro de Ciudad Juárez, con nuevas secciones de la barrera en donde antes no había y justo en el lugar donde hace meses se instaló un campamento de migrantes de Venezuela.
Defensores de derechos humanos reconocieron que la crisis migratoria ha crecido tanto que Estados Unidos seguirá haciendo todo para protegerse, mientras que migrantes que buscaban cruzar la frontera expresaron su desánimo y resignación a esperar una cita con las autoridades estadounidenses mediante la aplicación «CBP One».
“Extender el muro es algo que se va a seguir dando a través del tiempo porque la migración sigue aumentando, usted ve las noticias: vienen personas de Centroamérica, hay una caravana grande aproximándose a esta frontera, reforzar el muro es algo que tarde o temprano iba a suceder”, dijo el pastor Juan Fierro García.
El director del albergue «El buen samaritano» opinó que la afluencia migrante ha ido creciendo y esto puede transformarse en una situación agresiva en la frontera.
“De alguna forma tienen que proteger los intereses del país y de los ciudadanos de Estados Unidos. Esta situación está en aumento y cada día vemos un caminar de olas migratorias que vienen hacia el norte para cruzar”, dijo el activista.
Entre migración y política
México y Centroamérica afrontan un flujo migratorio «sin precedentes» hacia Norteamérica, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), con hasta 10.000 migrantes que llegan a diario a la frontera con Estados Unidos, de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La inconformidad de México con las nuevas obras del muro fronterizo, que Biden argumenta que debe ejecutar porque el Congreso ya había aprobado ese presupuesto, fue un tema central del Diálogo de Seguridad de Alto Nivel entre ambas naciones que ocurrió en la capital mexicana la semana pasada.
«No se van a construir los 36 kilómetros y ellos (Estados Unidos) no quieren hacerlo, eso es lo que nos expresaron, quieren cumplir la ley, pero no están de acuerdo con la construcción de muros, eso no resuelve nada. Es una medida, más que nada, publicitaria”, afirmó López Obrador en su rueda de prensa del viernes pasado.
Pero el pastor Fierro García y los migrantes ven otra realidad en la frontera.
Ante las obras y las medidas antiinmigrantes, el venezolano Marlon Brandek que ha decidido esperar en Ciudad Juárez en lugar de intentar internarse a Estados Unidos de manera irregular.
“Hay que tratar de acatar las cosas, mi idea es cruzar y voy a esperar la cita de ‘CBP One’, y hay que acatar las normas y si hay leyes hay que cumplirlas”, indicó el migrante a EFE.
“No sé de qué forma impactará el que refuercen el muro, si reducirá de una u otra forma la migración que hay hacia allá ahorita, yo creo que es por el desorden que ha habido, según lo que he visto en algunas noticias”, añadió.