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EE UU contempla reducir los aranceles a China para combatir la inflación

por Avatar EFE

El gobierno de Estados Unidos contempla reducir los aranceles a los productos importados de China —que ordenó el expresidente Donald Trump (2017-2021)— para rebajar las presiones inflacionarias, que han disparado los precios que pagan los consumidores.

En una comparecencia ante un comité de la Cámara de Representantes, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, dijo que «ciertas reducciones (a los aranceles) podrían estar justificadas» para contribuir a que bajen los precios.

Trump subió significativamente los aranceles a las importaciones de China durante su guerra comercial con ese país, y la actual administración de Joe Biden los ha mantenido, al considerar que algunos de ellos resultan importantes para garantizar la seguridad nacional de Estados Unidos.

Suspensión de los aranceles

El lunes, Biden anunció la suspensión de los aranceles a los paneles solares procedentes de cuatro países del Sureste Asiático: Tailandia, Camboya, Vietnam y Malasia. Esto, después de que el sector energético de EE UU se quejara durante meses de problemas en la cadena de suministro debido a una investigación del Departamento de Comercio.

En concreto, ese Departamento investiga las quejas de un fabricante estadounidense de paneles solares, Auxin Solar, que asegura que empresas chinas están eludiendo el pago de aranceles al desviar parte de sus operaciones a Tailandia, Camboya, Vietnam y Malasia.

La excepción de aranceles beneficiará precisamente a esas cuatro naciones, que juntas constituyen el 80% de las importaciones de paneles solares.

A finales de mayo, el presidente estadounidense firmó una orden ejecutiva que alivia los aranceles al acero del Reino Unido, impuestos en 2018 por Trump.

En su proclamación, Biden explicó que su gobierno ha concluido «exitosamente» conversaciones con Londres sobre «medios alternativos satisfactorios» respecto a los aranceles impuestos por Trump, quien consideró que el acero británico suponía una amenaza para la seguridad nacional de EE UU.