Harrison Hunger, de 14 años, recibió su vacuna contra el covid el jueves en una clínica de Bloomfield Hills, Michigan, y ahora solo piensa en comer donuts.
Consultado sobre qué es lo primero que hará tras ser vacunado, no duda: «Probablemente iré a Krispy Kreme, porque están ofreciendo donuts gratuitos a la gente que tenga uno de éstos», dice mostrando su carnet de vacunación.
La campaña para inmunizar a 17 millones de adolescentes de 12 a 15 años en Estados Unidos comenzó con fuerza el jueves tras la ampliación de la autorización de la vacuna Pfizer/BioNTech para esta franja etaria, parte de la estrategia del presidente estadounidense Joe Biden para intentar que el país logre la inmunidad de rebaño.
Largas colas para la vacunación
En todo el país los chicos hacían fila con sus padres en centros de vacunación, en unas 15.000 farmacias y consultorios pediátricos, deseosos de regresar a cierta normalidad prepandemia.
«Me ayudará a salir más», dijo Daniel Fox, de 13 años, uno de los primeros en la puerta del Centro Javits de Nueva York cuando el centro de convenciones transformado en sitio de vacunación abrió a las 10H00.
«Encontrarse en línea para jugar es bastante divertido, pero también es divertido verse en persona de vez en cuando», afirmó.
Harrison, por su lado, prevé viajar a Alaska con su familia dos semanas después de su segunda dosis.
«Segura» y «eficaz»
«La vacuna para chicos de 12 a 15 años es segura, eficaz, práctica, rápida y gratuita», dijo el miércoles Biden.
Los mellizos de 14 años Anaya y Jay Tsai también recibieron su primera dosis en Nueva York.
«He estado esperando mucho este día desde hace tiempo. Es inmensamente importante», dijo su madre, Purva Tsai, de 47 años.
«Espero que signifique que las cosas comienzan a regresar a la normalidad para los chicos y que pueden socializar con sus amigos», añadió.
No había mucha gente en un sitio de vacunación instalado en el Centro de Convenciones Walter E. Washington en la capital estadounidense.
Kandall Frederick, de 15 años, llegó temprano con su madre en coche, antes de comenzar la escuela.
«Estaba emocionada», dijo la joven. «Fui la última de la familia en ser vacunada así que ahora todos estaremos a salvo, y podremos salir y hacer cosas con más libertad».
«Más vale prevenir que curar», estimó por su lado Maya, de 15 años. Su madre, Amy, dice estar «encantada» con la vacunación permitida por las autoridades sanitarias. «Queremos que esté segura y contribuir lo más posible a la inmunidad colectiva».
Adolescentes menos vulnerables
Un sondeo de la Kaiser Family Foundation que consultó a padres de adolescentes de 12 a 15 años en abril halló que tres de cada 10 querían que sus hijos fueran vacunados enseguida, un cuarto esperará a ver cómo funciona, un quinto vacunará solo si la escuela lo reclama, y el resto rechaza la vacunación.
La vacuna para adolescentes es la misma que para los adultos, incluido el número de dosis.
Los adolescentes son menos vulnerables al covid que personas de mayor edad, y la principal razón para vacunarlos es bajar la transmisión.
Pero casos extremadamente raros de covid severo aún pueden ocurrir entre adolescentes y niños, así como una complicación post-viral conocida como síndrome inflamatorio multisistema.
Lo que más quiere el neoyorquino Theo Bernstein, que cumplió 12 años hace pocos días, es «regresar a la escuela cinco días por semana», en vez de los dos actuales. Su madre, Daphna Straus, dice estar dispuesta a hacer «todo lo necesario para que los maestros se sientan más cómodos y regresen a enseñar en persona».
Su padre está feliz de que Theo pueda asistir a una colonia de vacaciones este verano boreal gracias a la vacuna. Además de visitar con más tranquilidad a sus abuelos.
La Academia de Pediatría de Estados Unidos dijo esta semana que la autorización de la vacuna contra el covid de Pfizer es una herramienta importante para que más escuelas regresen a las clases presenciales en septiembre, cuando comienza el nuevo año escolar.
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