Estados Unidos va a comenzar a reunir esta semana a algunas familias migrantes separadas durante el gobierno del expresidente republicano Donald Trump, anunció este lunes el secretario de Departamento de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas.
Mayorkas indicó que cuatro madres que huyeron de «situaciones extremadamente peligrosas en sus países de origen» van a ser reunidas con sus hijos tras haber sido separados en la frontera entre Estados Unidos y México.
Mayorkas celebró este avance después de que el gobierno de Joe Biden estableciera un equipo especialmente dedicado a rastrear a las familias y reunirlas, encabezado por el propio secretario.
«El grupo de trabajo ha realizado un progreso crítico en unos pocos meses y va a seguir trabajando sin descanso para darle a las familias la oportunidad de reunirse y sanar«, indicó Mayorkas, que es el primer latino y el primer inmigrante en encabezar este Departamento que se ocupa -entre otras tareas- de la seguridad en la frontera.
La política de Trump de «tolerancia cero» a la inmigración irregular comenzó a ser aplicada en 2017 y fue anunciada formalmente en 2018. Mediante la separación de las familias -en su mayoría centroamericanos huyendo de la violencia- el gobierno republicano buscaba disuadir a los migrantes de que emprendieran el viaje al norte.
Su implementación, que se estima afectó a cerca de 5.000 menores, fue suspendida ante una ola de indignación nacional y mundial.
Mayorkas expresó su alegría ante el inicio del proceso de reunificación y por el hecho de que estas «cuatro madres puedan abrazar a sus hijos después de tantos años».
Mayorkas indicó que esto es sólo el «principio» del programa.
El mandatario demócrata denunció la política de su predecesor como una «vergüenza moral y nacional».
No está claro cuántos niños todavía están lejos de sus padres, pero se estima que cerca de 1.000.
Muchos de ellos son originarios de zonas rurales y comunidades ubicadas en áreas montañosas de difícil acceso, una tarea logística complicada además por la pandemia y por los dos huracanes que arrasaron América Central durante el otoño boreal.
El gobierno no clarificó si se va a permitir a las familias la residencia legal en Estados Unidos.