El gobierno del presidente Joe Biden apoyó este miércoles una propuesta que varios países han presentado en la Organización Mundial del Comercio para suspender la propiedad intelectual de las vacunas contra el covid-19, cuando Estados Unidos ya lleva administradas 250 millones de dosis.
El anuncio fue acogido con fuertes caídas de las acciones de las farmacéuticas Pfizer y BioNTech, además de Moderna y Novavax en la bolsa de Wall Street.
Biden cumplió con su promesa de campaña de dar su respaldo a la suspensión de patentes, pero solo lo ha hecho cuando el ritmo de vacunación en Estados Unidos cae en picado y el país está en poder de decenas de millones de dosis aún por administrar.
Propiedad intelectual vs producción
Fue la Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Katherine Tai, quien informó de que Washington considera necesario aumentar la producción de vacunas para acabar con la pandemia en todo el mundo, pese a dejar claro que sigue creyendo «firmemente» en la protección de la propiedad intelectual.
«Esta es una crisis de salud global y las circunstancias extraordinarias de la pandemia de la covid-19 exigen medidas extraordinarias», argumentó Tai.
La decisión de Biden se produce después de días de intenso debate dentro del Gobierno, que ha sufrido la presión de algunos grupos empresariales y gigantes farmacéuticos de Estados Unidos.
El sector farmacéutico se opone a la suspensión temporal de patentes porque considera que podría dañar su modelo de negocio. Además, alega que no solucionará los problemas de distribución a corto plazo, porque se necesitan medios y conocimientos técnicos muy específicos para producir las vacunas anticovid.
En epidemiólogo jefe de la Casa Blanca, Anthony Fauci, respondió al anuncio afirmando en declaraciones al medio Político que Estados Unidos tiene «la obligación moral como país rico de (…) ayudar a aquellos que de otro modo morirían».
La India y Suráfrica, apoyados por decenas de naciones en desarrollo, llevan desde octubre del año pasado pidiendo a la OMC que suspenda las patentes de vacunas, test y tratamientos contra el covid-19 con el fin de que puedan producirse en otros países.
Hasta ahora, Estados Unidos y otros productores de esos fármacos, como la Unión Europea, el Reino Unido y Suiza, se habían opuesto a la suspensión de patentes al alegar que la propiedad intelectual funciona como incentivo para el desarrollo de vacunas y otros productos contra esta y futuras pandemias.
Actualmente, los miembros de la OMC están evaluando una nueva propuesta de la India y Suráfrica, cuyo contenido exacto no se ha desvelado pero con la que esperan captar el apoyo de los países hasta ahora reticentes.
En concreto, esa propuesta podría incluir unos límites temporales estrictos sobre el periodo en el que las patentes estarían suspendidas, explicó hoy en rueda de prensa el portavoz de la OMC Keith Rockwell.
Desplomes en bolsa
Inmediatamente después de conocerse la noticia, los títulos de estas empresas se desplomaron en el mercado, aunque luego consiguieron remontar parcialmente desde los mínimos marcados antes del final de la sesión bursátil en Wall Street.
Moderna, que durante la mayor parte de la jornada había registrado ligeros avances, cerró con una caída de 6,19%, mientras que Novavax perdió 4,94% y la alemana BioNTech se dejó 3,45%.
Pfizer, aliado del laboratorio germano en la vacuna, también cayó con fuerza en primera instancia, pero logró recuperar el verde y acabó la sesión con un avance mínimo, de 0,05%, lejos de la cotización que había marcado durante buena parte del día.
El grupo estadounidense, precisamente, había dado a conocer la víspera un fuerte aumento de sus beneficios durante el primer trimestre del año gracias a las ventas de la vacuna contra el covid-19, que ya se ha convertido en su principal fuente de ingresos.
Pfizer obtuvo entre enero y marzo unos 3.500 millones de dólares con su vacuna y dijo que en el conjunto del año esperaba ingresar unos 26.000 millones de dólares teniendo en cuenta los contratos firmados hasta el momento.
Vacunas de sobra
Estados Unidos ha vacunado ya con al menos una dosis a 148,5 millones de personas, 44,7% de la población, de las cuales 107,3 millones, 32,3 % están ya completamente inoculadas, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
En el país norteamericano no existen desde el 19 de abril ningún tipo de restricciones para acceder a la vacuna, accesible de manera gratuita para todos los mayores de 16 años de edad.
El ritmo de vacunación ha caído desde un media máxima de 3,4 millones diarias el 13 de abril hasta 2,1 millones a fecha de este miércoles.
Actualmente Estados Unidos acumula más de 70 millones de dosis distribuidas a los estados y todavía sin administrar de las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson&Johnson.
Además, tiene millones de dosis almacenadas de la vacuna de AstraZeneca, que no ha recibido aprobación en Estados Unidos.
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