Cuando una persona se separa de su país, familiares y amigos para hacer su vida en otra nación, se enfrenta a una pérdida, ruptura emocional o distanciamiento, al que se le conoce como duelo migratorio.
“Este duelo empieza cuando la persona se aleja de su territorio ya sea una migración interna o transfronteriza, donde se pierden vínculos, creencias y todas esas reacciones van a ser producto de esos nuevos retos”, explicó al diario La Opinión de Cúcuta Gerson Yesith Jaimes, docente de la Universidad Simón Bolívar y especialista en Psicología Clínica.
El experto indicó que este proceso también parte de un dolor emocional por la pérdida de esa vida que se tenía en el contexto anterior, por lo que recomienda buscar ayuda de un profesional que pueda acompañar ese tránsito.
“Es una etapa que hay que vivirla, lo extraño sería pensar que no sentimos nada ante una pérdida, pero lo complejo no es el cambio, sino que la persona transite por esas etapas de manera funcional”, puntualizó el especialista.
También destacó que el proceso del duelo migratorio puede variar dependiendo de la persona, por lo que es normal que cada migrante sienta y viva cosas diferentes. Sin embargo, señaló que en general el proceso de adaptación puede durar alrededor de seis meses.
Entre las afectaciones emocionales, cognitivas, fisiológicas, conductuales, emocionales y afectivas se encuentran:
– Agitación cardiaca, somatización, cefaleas.
– Aislamiento social, llanto y pensamientos recurrentes sobre lo perdido.
– Tristeza, apatía, angustia, ira, frustración y culpabilidad.
Aunque normalmente el duelo es percibido de manera individual, la familia como sistema único también se ve afectada por estos nuevos cambios.
Los investigadores Gerson Jaimes y Neyda Albornoz, que hicieron un estudio en el que participaron 170 personas, explicaron que la migración puede causar dificultades en las relaciones familiares en hogares dispersos.
Señalaron que las situaciones económica complejas pueden tener como consecuencia la frustración y seguidamente preocupación e inconvenientes dentro de la familia.
“El proceso de migración depende de las condiciones en las cuales emigra la persona, es muy diferente el caso de quien sale en condición de vulnerabilidad y quien no, pero los dos van a padecer rupturas sentimentales, personales y familiares que lleva tiempo reconstruir”, indicó Ronal Rodríguez Durán, vocero e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario .
Es por eso, que en algunos casos, las personas que dejan su país de origen se integran rápidamente y logran hacer un nuevo esquema familiar, pero también hay algunas situaciones más complicadas.
En el caso de los niños y niñas, el docente e investigador indicó que el proceso de duelo migratorio se manifiesta desde la incomprensión: no saber por qué su familia se vio obligada a salir del país.