El expresidente norteamericano Donald Trump (2017-2021) pidió que se acabe con la Constitución de Estados Unidos, insistiendo en las acusaciones sin pruebas de que hubo fraude electoral en las elecciones de 2020.
Trump hizo estas declaraciones el sábado en la noche en la plataforma Truth Social, una red social impulsada por él mismo, en respuesta a la publicación en Twitter de unos correos internos de la compañía que muestran por qué la empresa decidió restringir un artículo sobre el hijo del presidente Joe Biden, Hunter.
Trump escribió en su plataforma que «el partido demócrata y el Comité Nacional Demócrata» se apoyaron en las grandes plataformas tecnológicas para llevar a cabo un «fraude masivo» en las elecciones que le dieron la victoria al actual presidente Biden.
«Un fraude masivo de este tipo y magnitud permite el fin de todas las reglas, normas y artículos, incluyendo los de la Constitución», escribió el republicano en su cuenta de Truth.
La Casa Blanca condenó las declaraciones de Trump, defendiendo la Constitución del país.
«No se puede amar América solo cuando se gana. La Constitución de EE UU es un documento sacrosanto que por más de 200 años ha garantizado que la libertad y el imperio de la ley se mantengan en nuestro gran país», dijo un portavoz la noche del sábado, según recogen este domingo medios estadounidenses.
Hace unas horas, el multimillonario Elon Musk escribió en su cuenta de Twitter que próximamente publicará una segunda serie de informaciones sobre el tema, que ha bautizado como «Los archivos de Twitter».
El viernes por la noche, Musk compartió un hilo de mensajes del periodista Matt Taibbi en los que este detallaba, citando documentos internos de trabajadores de Twitter, la gestión de la red social de una historia publicada por el diario New York Post sobre los negocios de Hunter Biden cuando su padre era candidato presidencial en 2020.
Taibbi, con un acceso a esos documentos presumiblemente otorgado por el nuevo dueño de Twitter, revelaba cómo los trabajadores de la red social, que recibía cuantiosas donaciones del Partido Demócrata, redujeron la distribución de la historia del Post y eliminaron enlaces que conducían a ella tanto en tuits como mensajes directos.
Los empleados supuestamente se basaron en la política de la empresa sobre materiales pirateados debido al origen de la información del Post, una medida que su propio fundador, Jack Dorsey, ya consideró «errónea» en 2020 y que ha generado debate sobre el poder de las tecnológicas para censurar información y sobre el derecho a la libertad de prensa.