El ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, que reemplazará a Boris Johnson mientras esté en cuidados intensivos, es un liberal surgido de las filas más derechistas del Partido Conservador que se ve propulsado a la cabeza del país en plena crisis sanitaria.
Abogado euroescéptico, Raab fue una de las figuras más prominentes en el caótico y divisivo proceso de Brexit, finalmente realizado por Johnson a finales de enero gracias a una aplastante mayoría parlamentaria lograda en los comicios anticipados de diciembre.
Raab, de 46 años, llegó al gobierno conservador de la mano de Theresa May, que en julio de 2018 le encargó gestionar la difícil salida británica de la Unión Europea tras la dimisión del anterior ministro para el Brexit, David Davis, su antiguo mentor.
Sin embargo, cuatro meses después, este aficionado al kárate, disciplina en la que tiene cinturón negro, y al boxeo, asestó un duro golpe a la primera ministra dejando también el cargo.
«Necesita usted un ministro del Brexit que pueda defender el acuerdo con convicción», le había dicho en su carta de dimisión en referencia al texto negociado con Bruselas, que para los euroescépticos como él era una rendición ante la UE.
Duro y sensato
Hijo de un judío checo que llegó a Gran Bretaña en 1938 a los 6 años como refugiado, Raab está casado con Erika Rey-Raab, una ejecutiva de márketing brasileña con la que tiene dos hijos, Peter y Joshua.
Su padre murió de cáncer cuando Dominic tenía 12 años, y su madre lo crió en la Iglesia anglicana. Estudió derecho en la Universidad de Oxford y luego obtuvo un máster en la de Cambridge.
Fue abogado internacional de la firma legal Linklaters de Londres, antes de integrarse al ministerio de Relaciones Exteriores en 2000 como asesor.
En 2003, fue destinado a La Haya para dirigir un equipo del Foreign Office dedicado a llevar a criminales de guerra ante la justicia, incluidos el serbio Slobodan Milosevic, el serbobosnio Radovan Karadzic y al liberiano Charles Taylor.
De 2006 a 2008 trabajó como jefe de personal de Davis cuando este era portavoz de Interior del Partido Conservador de May, entonces en la oposición.
Davis, un reservista de las fuerzas especiales, aseguró que lo había contratado en parte por su disciplina de atleta.
«Dominic es muy leal», dijo en 2014, según el Sunday Times, es muy duro y sensato. «No se deja intimidar, es claro de pensamiento. No puedes intimidarlo».
Raab entró en el Parlamento en 2010 ocupando el escaño de la muy conservadora circunscripción de Esher y Walton, al suroeste de Londres, y un año más tarde fue elegido el mejor diputado novel en los premios políticos de la revista The Spectator.
En 2015, lo nombraron secretario de Estado de Libertades Civiles, pero perdió el puesto con la dimisión de David Cameron por el resultado del referéndum de 2016 sobre la Unión Europea, en el que el joven político hizo campaña a favor del Brexit.
En 2017, May lo recuperó para puestos secundarios en el gobierno y en julio lo ascendió a uno de los puestos más temidos en Londres, ministro para el Brexit.
Este intensa experiencia profesional lo convirtió en uno de los candidatos contemplados para suceder un día a la debilitada May como líder del Partido Conservador británico y tal vez primer ministro.
Ahora, Raab llega a las riendas del poder, aunque sea de forma interina, por el coronavirus que llevó a Johnson a cuidados intensivos.