Los principales comandantes de la disidencia de las FARC se reunieron este domingo en el sur de Colombia en el marco de una concentración «popular» en los territorios controlados por esta guerrilla, para reafirmar su voluntad de negociar un acuerdo de paz con el gobierno del izquierdista Gustavo Petro.
El líder de la disidencia Estado Mayor Central (EMC) conocido como Iván Mordisco y sus combatientes fueron recibidos por miles de personas. Entre ellos campesinos, miembros de organizaciones sociales y simpatizantes de la rebelión. Todos se reunieron en una finca de la región de San Vicente del Caguán, en el departamento del Caquetá.
Dado por muerto el año pasado por las autoridades, Mordisco sonreía luciendo sus enormes anteojos y enfundado en uniforme de faena camuflado. Desde una tarima de madera improvisada escuchó las reiteradas loas a la «lucha popular» de los «guerrilleros», «camaradas» y «guardias campesinas».
El EMC es el principal grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), una organización que se negó a firmar el histórico acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno de la época y esta guerrilla.
Disidentes de las FARC
Los liderados por Iván Mordisco se consideran los verdaderos herederos de las FARC -durante mucho tiempo la guerrilla más poderosa de América-, y en los últimos meses se han reorganizado con nuevos frentes disidentes que operan en distintas regiones de Colombia.
Se calcula que son unos 3.000 hombres que operan principalmente en el Amazonas, en la costa del Pacífico y en la frontera con Venezuela.
En el encuentro en la sabana del Yarí, en el piedemonte amazónico, las disidencias de las FARC responden a la propuesta de negociación del presidente izquierdista Gustavo Petro, en el poder desde agosto de 2022.
Bajo su política de «Paz total» el mandatario aspira extinguir más de medio siglo de conflicto interno que siguió tras el acuerdo de paz que desarmó hace siete años al grueso de la entonces guerrilla y la transformó en partido político.
Por iniciativa de Petro se acordó un alto el fuego bilateral de seis meses con las principales facciones de la disidencia de las FARC desde el 1 de enero, así como con otros grupos armados.
En conversación con la AFP, el dirigente conocido como Danilo Alvizu aseguró que las condiciones para el diálogo con el gobierno están dadas.
Colombia vive un conflicto armado que persiste tras el acuerdo de paz de 2016 y enfrenta a rebeldes, narcotraficantes y agentes estatales en una prolongada guerra que deja más de 9 millones de víctimas.