El denominado Estado Mayor Central (EMC), principal grupo disidente de la guerrilla de las FARC, expresó el domingo que «no está en crisis» la negociación de la paz con el gobierno de Colombia, pese a que suspendió los diálogos hace un mes por supuestos incumplimientos del Ejecutivo.
«El proceso no está en crisis», manifestó Leopoldo Durán, nuevo jefe de la comisión negociadora del EMC, en rueda de prensa ofrecida en el poblado de Betulia, en el departamento del Cauca, donde fue presentado.
«El proceso ha tenido unas crisis, el proceso ha tenido unos altibajos. Nosotros nos retiramos a consulta, hicimos una pausa en la mesa, que es muy normal en cualquier proceso de diálogo», agregó.
Los guerrilleros decidieron el 5 de noviembre levantarse de la mesa de negociación, que había sido instalada a mediados de octubre. Aseguraron que el ejército violó la suspensión de operaciones en zonas de su dominio.
Diez días después, el gobierno de Gustavo Petro anunció el reinicio de las conversaciones con el EMC, de las FARC, que aunque mantiene en pie un cese al fuego bilateral hasta enero, ha sido advertido que el futuro de la tregua depende de su regreso a los diálogos.
«Nosotros, en nuestra voluntad (de paz), persistimos, sino que las llaves, el balón de la paz lo tiene Petro en sus manos y el gobierno», dijo Durán, enfatizando que «tenemos toda la voluntad de seguir dialogando».
Empero, el EMC -conformado por rebeldes de las FARC que se negaron a firmar el acuerdo de paz de 2016- no precisó cuándo se restablecerán las conversaciones.
Respetarán el cese al fuego
El nuevo líder de la delegación negociadora de la guerrilla señaló que el EMC respetará el cese al fuego pactado hasta mediados de enero.
«Nosotros no hemos pensado que esto se rompa ni que la mesa (de negociaciones) se acabe», indico Durán. Este reemplazó a Andrey Avendaño, que venía liderando las tratativas.
Avendaño dialogaba con el comisionado de Paz del gobierno Danilo Rueda. Sin embargo, Petro lo apartó hace una semana de los contactos incluso con la guerrilla del ELN.
Durán recalcó que el grupo no dejará las armas sin que se solucione el conflicto armado en Colombia; que completa seis décadas y deja 9,5 millones de víctimas. El grupo, hasta 2022, tenía más de 3.500 combatientes según inteligencia militar.
«Lo que no vamos a hacer es la desmovilización y la entrega de armas mientras no se solucione el conflicto», afirmó.
Javier 33, otro comandante del EMC, manifestó a su vez que «estamos aquí con toda la certeza de querer seguir con este proceso (de paz)»;además, de tener «la disposición, después de la consulta que hubo, para continuar dialogando con el gobierno».
«El cese al fuego sigue, hay un decreto que lo sacó hasta el 15 de enero», apuntó.