El Estado Mayor Central (EMC), una de las disidencias de la antigua guerrilla de las FARC, respondió este lunes a la decisión del gobierno colombiano de suspender parcialmente el cese el fuego bilateral con la advertencia de que esa determinación «desatará la guerra».
«El rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total», dijo el EMC en un comunicado.
La decisión de suspender de manera unilateral el cese el fuego con el EMC la tomó el presidente Gustavo Petro, por el asesinato en el sureño departamento del Putumayo de cuatro indígenas menores de edad que intentaron escapar tras ser reclutados a la fuerza por el Frente Carolina Ramírez, que hace parte de esa disidencia.
Para el gobierno, esos asesinatos son «un hecho atroz que cuestiona la voluntad de construir un país en paz» por lo cual decidió que el cese al fuego bilateral que había con este grupo en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo «se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas».
El Estado Mayor Central, que es liderado por alias Iván Mordisco, que nunca firmó el acuerdo de paz de 2016 con el gobierno, también culpó de la suspensión del cese al fuego a la injerencia de Estados Unidos.
«El supuesto Gobierno del cambio (de Petro), el cual no se ha visto más que en discursos y promesas, sigue en el continuismo de asumir decisiones norteamericanas con celeridad, como lo mostró la presencia del Comando Sur de los Estados Unidos en el consejo de seguridad del día de ayer, 21 de mayo de 2023, del cual se concluye romper oficialmente y de manera unilateral el cese al fuego», señala el comunicado.
Petro se reunió el domingo en Bogotá con la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson, quien lleva a cabo una visita al país durante la cual se entrevistará esta semana con funcionarios del gobierno nacional y con los mandos de las Fuerzas Militares y visitará unidades militares estratégicas en regiones de Colombia.
Voluntad de paz
El EMC de las antiguas FARC indicó que siempre ha «demostrado una voluntad de paz» desde el 22 de septiembre de 2022, cuando anunció el cese de acciones ofensivas contra las Fuerzas Militares y posteriormente, cuando aceptó un cese el fuego bilateral «con el fin de crear un ambiente propicio para una eventual mesa de diálogo».
Sin embargo, responsabilizó a las Fuerzas Militares por presuntas violaciones de la tregua. «En la práctica, el cese al fuego siempre fue unilateral porque los operativos militares, que de nuevo dejan entrever el paramilitarismo como política de Estado, jamás cesaron», señala el comunicado.
«Las pruebas y evidencias, así como los distintos casos a verificar, fueron dejados en manos del Gobierno nacional, entre ellos a Danilo Rueda (alto comisionado para la Paz), quien demuestra inoperancia en tramitar lo necesario para detener la máquina de guerra estatal», añade el EMC.
Eel grupo armado negó que hubiese realizado ataques en varios sitios del país, como afirma el gobierno, y señaló «que los hechos que se nos acusan nunca fueron verificados», pero no menciona el asesinato de los cuatro jóvenes indígenas reclutados a la fuerza.
«Desde nuestra experiencia, este ha sido el Gobierno menos serio para entablar conversaciones, al punto de que ni se han instalado los mecanismos locales del Mecanismo de Veeduría Monitoreo y Verificación», concluye el EMC.