El ex director del FBI James Comey acusó al gobierno de Donald Trump de mentir y difamar en un testimonio explosivo para la Casa Blanca sobre la alegada injerencia rusa en la elección de 2016.
En una audiencia de casi tres horas ante la comisión de inteligencia del Senado, Comey reafirmó que Trump le pidió dejar en paz a su ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, quien estaba en la mira de la investigación.
Reconoció que el mandatario nunca le pidió cerrar toda la investigación sobre Rusia. Sin embargo indicó que cuando Trump le dijo que pidió dejar tranquilo a Flynn, él interpretó eso como una orden de su Comandante en Jefe.
Consultado en la audiencia si consideraba si Rusia había interferido en alguna forma en los comicios de 2016, el ex funcionario afirmó que en su opinión sí hubo intromisión del Kremlin.
Comey fue cesado abruptamente en mayo por Trump, según un testimonio por escrito que divulgó el miércoles, donde narró cómo Trump le sugirió que se olvidara de Flynn, a quien el presidente había pedido la renuncia un día antes.
Ante el Senado, Comey evitó opinar sobre si el gesto de Trump en favor de Flynn fue una tentativa de obstruir la justicia. “No pienso que deba decir si las conversaciones que tuve con el presidente fueron obstrucción de justicia. Fue algo muy perturbador, desconcertante”, expresó. Dijo que redactó memorandos de todos sus contactos con Trump.
Mientras Comey hablaba ante el Senado, Trump trató de mandar en una reunión con gobernadores y alcaldes un mensaje de optimismo. “Vamos a pelear y ganar”. A su vez, el abogado del mandatario, Marc Kasowitz, dijo que el presidente jamás sugirió o dirigió al ex director del FBI para que dejara de investigar a nadie en la pesquisa sobre la supuesta injerencia rusa en los comicios de 2016 y los posibles nexos de su campaña con el Kremlin.
Rechazó las partes comprometedoras del testimonio de Comey. Incluso insinuó la posibilidad de procesarlo por admitir haber filtrado a la prensa información reservada sobre un diálogo con el presidente.