El primer ministro de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, anunció este lunes su dimisión después de varios choques entre partidarios del gobierno y los manifestantes que desde hace semanas exigen su salida como consecuencia de la severa crisis económica que atraviesa desde hace semanas el país.
«Mahinda Rajapaksa envió su carta de renuncia al presidente, Gotabaya Rajapaksa, hace poco», indicó el portavoz del primer ministro, Rohan Welivita, en un comunicado.
Tras la presentación de su dimisión, el presidente y hermano de Mahinda debe ahora decidir si la acepta o no.
La renuncia del mandatario esrilanqués se produce tras los enfrentamientos que se registraron en el país entre personas afines al gobierno y manifestantes que han mostrado su oposición al gobierno por la mala gestión de la crisis económica, y que según fuentes hospitalarias han dejado un centenar de heridos.
En Colombo, partidarios del gobierno participaron en una reunión que contó con la intervención de Mahinda Rajapaksa, antes de que una multitud decidiera caminar hacia las acampadas cercanas a la residencia oficial del primer ministro y la secretaría presidencial donde desde hace un mes miles de personas piden la dimisión del Ejecutivo.
Un funcionario del Hospital Nacional de Colombo, que pidió el anonimato, elevó a Efe a 104 los heridos en los altercados.
Los fuertes choques producidos tanto en la capital esrilanquesa como en otros puntos del país obligaron a las autoridades a imponer un toque de queda nacional para evitar más violencia.
En una reunión celebrada el pasado viernes, el presidente ya llegó a valorar la posibilidad de renuncia del primer ministro para tratar de atajar la situación, según reveló a Efe uno de los ministros asistentes a este encuentro.
Finalmente, Rajapaksa decidió seguir en el cargo, pese a que desde hace varias semanas, miles de manifestantes piden su renuncia por la gestión de la crisis económica.
Sri Lanka atraviesa una severa crisis económica que ha provocado la escasez de materiales esenciales como alimentos, combustible, medicamentos o aceite para cocinar.
Esta situación, desencadenada por la falta de divisas internacionales para importar los productos requeridos, llegó a provocar cortes de electricidad de hasta 13 horas de duración.
El país decretó el pasado viernes por la noche el estado de emergencia con el objetivo de aminorar las protestas que, sin embargo, se intensificaron durante el fin de semana ante la falta de insumos y gas para cocinar.