La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, acusó al mandatario interino, Michel Temer, de pretender «privatizar» el petróleo descubierto en aguas profundas del Atlántico y restarle recursos al sector educativo del país. Rousseff denunció que «están queriendo acabar con el modelo» implantado en los últimos años, que reserva parte de las regalías generadas por la extracción de ese petróleo a proyectos en el área de educación y obliga a la participación de la estatal Petrobras en todos los proyectos de explotación. «Sabemos dónde está ese petróleo, conocemos su calidad y lo quieren privatizar, pues eso es lo que significa destinarlo a unos pocos grupos económicos», afirmó Rousseff en una conversación con sus partidarios a través de redes sociales. La mandataria, suspendida de sus funciones para responder a un juicio político que puede llevar a su destitución, criticó así una serie de medidas económicas anunciadas por el gobierno interino de Temer este martes. Una de esas propuestas, que debería ser aprobada por el Congreso, abriría la posibilidad de que sociedades diferentes a Petrobras exploten los yacimientos petroleros descubiertos en la llamada región del presal, en aguas profundas del Atlántico. «Eso no sería otra cosa que privatizar el presal», dijo Rousseff. Temer también anunció, entre otras medidas, una reducción de los presupuestos en todas las áreas, incluidas salud y educación, a fin de buscar el equilibrio perdido en las cuentas públicas, para las que logró que el Congreso autorizara para este año un déficit fiscal equivalente al 2,75 % del producto interior bruto (PIB). En la conversación con sus partidarios, Rousseff estuvo junto a su ex ministro de Educación Aloizio Mercadante, quien calificó las medidas anunciadas por Temer como «el mayor retroceso en la historia de Brasil» en esa área. «La educación tiene que ser prioridad. Es lo único que puede garantizar el proceso de desarrollo de un país que, si deja de invertir en esa área, sólo tendrá desorden y retroceso», declaró Mercadante, aludiendo así a la frase «orden y progreso», escrita en la bandera nacional y que Temer ha adoptado como lema. Rousseff fue separada de sus funciones el pasado 12 de mayo y sustituida por Temer, en un principio durante los 180 días que puede durar el juicio político al que será sometida. Si se llegara a su definitiva destitución, Temer completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019, pero si fuera absuelta, deberá recuperar el cargo una vez que se publique la sentencia.