Liderada por Diego Arria, Human Rights Watch inició la campaña mundial para expulsar del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas al régimen de Nicolás Maduro.
Arria, ex representante permanente de Venezuela ante las Naciones Unidas y presidente del Consejo de Seguridad, explicó que esta misión «tendrá la importancia que los venezolanos y los amigos de la causa de la libertad en el mundo quieran darle a nuestro país».
Invitó a firmar. Dijo que servirá además para reunificar a los venezolanos en el exterior. «Nos hemos unido en torno a un solo objetivo, el rescate de nuestra libertad», señaló.
«Vale la pena que lo firmes y lo circules a todas las personas que puedas», subrayó.
En el texto de la misiva se condena la decisión de la ONU. «El régimen de Maduro no merece ser juez de derechos humanos. Merece ser procesado por la Corte Penal Internacional por sus propias violaciones de derechos humanos», afirma.
Recalca que la elección del régimen es obscena y pide a la Asamblea General de la ONU que invoque el artículo 8 de la resolución fundacional del Consejo y lo expulse debido a sus violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos. «Más que nunca el mundo tiene que estar con las víctimas en Venezuela y no con el perpetrador», concluye.
En el documento se detalla que:
- El régimen de Maduro ataca rutinariamente a los líderes de la oposición, incluso encarcelándolos e impidiendo su participación en las elecciones. Según la ONG Foro Penal, a abril de 2019 había más de 900 presos políticos en toda Venezuela.
- Las violaciones del debido proceso son comunes, incluida la detención arbitraria por períodos prolongados sin cargos penales. El Poder Judicial carece de independencia, generalmente actúa a favor del gobierno y es corrupto.
- Los venezolanos sufren un colapso humanitario complejo que ha provocado la huida de 4,4 millones de personas. La catastrófica crisis económica en el país se caracteriza por el hambre masiva, las epidemias y la escasez de alimentos y medicamentos básicos. A marzo de 2018, se estimó que 17% de los niños menores de cinco años sufrían desnutrición moderada a severa.