Didi es el Uber chino que ofrece a los clientes de Shanghái un servicio de taxis autónomo y de alta tecnología.
El proyecto piloto entró en funcionamiento con la autorización del gobierno de China, que ordenó la puesta en marcha de los vehículos sin conductor en el distrito de Jiading, reseñó El País.
Didi tiene disponibles treinta automóviles autónomos. Cuatro de ellos, dirigidos a ofrecer un servicio futuro a ciudades del continente asiático e incluso fuera de sus fronteras.
“Estamos a la espera de que otro departamento expida las licencias para que los automóviles puedan transportar a pasajeros. Esperamos poder empezar en los próximos meses”, dijo el cofundador y responsable tecnológico de Didi, Zhang Bo.
Didi recibe a sus clientes con un llamativo mensaje: “¿Desea realizar el viaje en un vehículo autónomo? Si acepta, el trayecto será gratuito”.
Funcionamiento de la aplicación
Según una prueba realizada por El País, se debe abrir la aplicación, seleccionar el trayecto que se desea hacer, aceptar la propuesta de un vehículo autónomo y esperar a que llegue hasta el punto en el que el GPS localiza al cliente. Una vez dentro, el pasajero confirma el destino y empieza el viaje tocando una pantalla. Luego se pone en marcha.
Durante el trayecto, muestra tanto el camino como los diferentes obstáculos que registran el sistema Lidar, los sensores, y las cámaras montadas en el techo.
Didi reacciona de forma correcta a las señales de tráfico, frena cuando se encuentra con peatones ficticios ubicados al azar o reductores de velocidad de tipo trapezoidal, y se guía sin problemas por las diferentes «calles» del circuito.
Durante la prueba del proyecto
En el trayecto, un coche tradicional se cruza en el camino de Didi y este frena bruscamente para evitar chocar con él.
Al volante hay un conductor porque así lo exige la normativa de seguridad, pero en ningún momento toca ningún elemento de control del automóvil, que se detiene exactamente en el punto determinado.
Seguridad y eficiencia de Didi
“El Lidar es capaz de ver todo lo que hay a 20 metros a la redonda, no como el ojo humano. El sistema tampoco se cansa, ni se ve impedido por el alcohol. Y su eficiencia logrará que haya menos coches en las calles y que se reduzcan los atascos”, señaló Zhang Bo.
A pesar de ello, el directivo señala que esta tecnología todavía no está preparada al 100% para hacer frente a los imprevistos de una realidad que no se rige por algoritmos, sino por los impulsos no siempre lógicos de los seres humanos.
“El desarrollo de los vehículos autónomos va más rápido que la adopción de los elementos que la infraestructura requiere para que funcionen correctamente”, admite.
A juicio de Zhang, Didi podría sustituir el sistema de trasporte convencional.
“Creemos que el transporte público es la mejor forma de popularizar los vehículos autónomos, porque las limitaciones que todavía tienen no los hacen tan atractivos para el público en general (…). Por eso, nosotros vamos a experimentar con un modelo híbrido en el que nuestro sistema despachará tanto taxis convencionales como autónomos según las circunstancias de cada viaje”, dijo.