Al puesto ambulatorio de Amigos para la Salud de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el estado Anzoátegui llegó Egriselys, una mujer con discapacidad auditiva, acompañada por su esposo, Marcos. Se sentía mal desde hace unos días: tenía fiebre y malestar. Ambos salieron de casa desde muy temprano a tomar el transporte público para llegar al ambulatorio. La paciente contrajo malaria mixta hace dos meses. Siguió el tratamiento, pero recayó.
“Los síntomas volvieron. Y nuestros temores se hicieron realidad cuando los doctores de Médicos sin Fronteras confirmaron que tenía malaria nuevamente”, contó Marcos. Como Egriselys es sorda, la comunicación con el personal médico fue un gran desafío, especialmente con el uso de tapabocas. Pero Marcos estaba allí para apoyarla. “Para ser sus oídos y su voz. Juntos pudimos seguir las instrucciones del personal médico y recibir el tratamiento completo, además de un mosquitero para protegernos de futuras picaduras de mosquitos”, explica.
Cómo el cambio climático amenaza con aumentar la transmisión de la malaria
La malaria (o paludismo) es una enfermedad causada por el parásito plasmodium, transmitido por la picadura de un mosquito infectado. Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir fiebre, vómito y dolor de cabeza. Los parásitos plasmodium vivax y P. falciparum son los más comunes en la malaria. Mientras que la P. malariae y P. ovale son parásitos menos conocidos. De todos estos, la infección contraida por P. falciparum es la más fatal si no es tratada a tiempo. Esta podría tener serias complicaciones renales y cerebrales, e incluso la muerte.
En Venezuela, uno de los países donde se ha presentado una importante disminución de casos, MSF también trabaja en el municipio Sifontes del estado de Bolívar, en una zona minera donde prolifera el mosquito que transmite la enfermedad.
Allí trabajaron en conjunto con las autoridades locales a través de tres ejes: diagnóstico y tratamiento, control vectorial y promoción de la salud. En 2022, en los proyectos que la organización tiene en el país, se realizaron 75.760 pruebas de malaria. Se detectaron y trataron 19.798 casos y se realizaron 51 capacitaciones para diagnóstico de la enfermedad. Además, se distribuyeron 78.490 mosquiteros y se hicieron 11.420 fumigaciones.
Malaria en Colombia
En el transcurso de 2023, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Colombia, se han registrado 17.974 casos de malaria. Más del 50% se presentaron en comunidades indígenas y afrodescendientes. El departamento del Chocó es el que registra el mayor número de casos, con 30%. Le siguen otros departamentos que por su ubicación geográfica y problemas en el acceso a la salud son propensos a la propagación de mosquitos: Córdoba, con 20%; Antioquia, con 17%, y Nariño, con 10% de los diagnósticos. Con porcentajes menores están Risaralda, Guaviare, Cauca y Bolívar.
Del total de los casos a escala nacional, solo 429 corresponden a malaria complicada, es decir, aquella que en pocas horas puede convertirse en una enfermedad muy grave. En 69% de los casos predomina la infección por plasmodium vivax, seguida por plasmodium falciparum, con 30%, e infección mixta, con 0,9%.
En 2022, el panorama fue similar. Hasta mediados de abril de ese año, el país registraba 17.014 casos y cerró con un total de 71.573. De estos últimos, 1.385 correspondieron a malaria complicada. El año pasado, los departamentos con más casos fueron Chocó (33%), Nariño (14%), Córdoba (13%), Antioquia (10%) y Guainía (6,4%).
La situación en la región
De acuerdo con el Informe Mundial de Malaria 2022, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los 17 países de la región de las Américas representan 0,2% de los casos de malaria en el mundo. Venezuela, Colombia y Brasil representaron cerca de 79% de todos los casos en la región, de acuerdo con el informe.
Entre 2020 y 2021, la incidencia de casos de malaria se redujo de 14,1 a 4,2 casos por cada mil habitantes en riesgo en las Américas. En esos años, el total de casos de malaria pasó de 1,5 millones a 600.000. Y el total de muertes por la enfermedad disminuyó en 64%, pasando de 919 a 334 en el lapso señalado.
A pesar de los progresos, en los últimos años dos países presentaron incrementos importantes en los casos de malaria, principalmente en el período de 2019 y 2021: Honduras (pasó de 444 a 2.290) y Panamá (pasó de 1.849 a 4.585). Por otro lado, entre 2019 y 2021, los países en donde se presentaron reducciones sustanciales de casos fueron Venezuela (-263.000), Perú (-22.000), Brasil (-17.000) y Colombia (-17.000).
Hoy, en el Día Mundial de la Malaria, reiteran el llamado para que las instituciones sanitarias detecten y traten esos casos oportunamente, pues un diagnóstico rápido puede salvar vidas. Recuerdan que el propio tratamiento del enfermo contribuye a controlar la propagación de la malaria, y existen medidas de prevención tradicionales muy eficaces: las mosquiteras tratadas con insecticida y el control de pozos de agua.
Con información de nota de prensa