La policía se desplegó masivamente este fin de semana en los alrededores del parque Victoria, en el barrio comercial de Causeway Bay, en Hong Kong, donde cada año miles de personas solían celebrar una vigilia con velas por las víctimas del 4 de junio de 1989.
La policía detuvo y subió a una furgoneta a Chan Po-ying, dirigente de la Liga de los socialdemócratas, que llevaba una vela y flores.
Detenida activista en Hong Kong
También fue detenida Alexandra Wong, una activista de 67 años conocida como «Abuela Wong», mientras agitaba por los aires un ramo de flores, y la periodista y ex presidenta de la Asociación de Periodistas de Hong Kong, Mak Yin-ting.
Otra mujer también fue detenida tras gritar «¡Levanten velas! ¡Lloren el 4/6!», en referencia a la fecha del levantamiento democrático que Pekín reprimió con sangre.
En total, al menos diez personas terminaron detenidas, según periodistas de AFP.
La víspera, la policía ya había detenido a cuatro personas por «conducta desordenada en el espacio público» y a otras cuatro por «alteración del orden público».
Callar a la disidencia
En China continental, las autoridades tienen prohibida la conmemoración de los eventos del 4 de junio de 1989, cuando tropas y tanques aplastaron el movimiento prodemocracia que se manifestaba desde hacía semanas en esa plaza de Pekín y mataron a más de 1.000 personas.
Hong Kong, que Reino Unido restituyó a Pekín en 1997, fue durante tiempo la única ciudad china en organizar una vigilia con velas en memoria de esos hechos.
Pero en 2020, una ley de seguridad nacional impuesta desde Pekín sobre la ciudad, escenario el año antes de masivas protestas, puso fin a estas conmemoraciones.
Este año, el parque está ocupado por una feria comercial dedicada a productos procedentes de China meridional y organizada por grupos pro-Pekín para celebrar el 26º aniversario de la retrocesión de Hong Kong.
«Hong Kong es una ciudad diferente hoy», estimó una mujer de 53 años. Cuando se le preguntó por la vigilia, dijo que era un evento del pasado.
Borrar de la memoria
El gobierno chino ha hecho todo lo posible por borrar Tiananmen de la memoria pública en China continental.
Los libros de historia no lo mencionan y cualquier discusión en línea sobre el tema es censurada sistemáticamente.
La embajada británica en Pekín publicó la portada del 4 de junio de 1989 del diario chino People’s Daily, que mostraba un reportaje sobre cómo los hospitales estaban inundados de víctimas.
«En menos de 20 minutos, los censores quitaron nuestra publicación en Weibo» (el Twitter chino), tuiteó la embajada el domingo.
Las autoridades también desplegaron policías alrededor del puente Sitong, en Pekín, donde un manifestante había colgado una pancarta pidiendo «libertad» en una protesta poco habitual el pasado mes de octubre.
Los activistas prodemocracia más destacados de Hong Kong han huido al extranjero o han resultado detenidos desde la aprobación de la ley de seguridad en 2020.
El dirigente hongkonés John Lee advirtió que las personas deben actuar conforme a la ley o «estar preparadas para afrontar las consecuencias».
Además, en varias ciudades del mundo, desde Japón a Nueva York, se celebrarán vigilias. En Londres tendrá lugar una reconstitución de los hechos en Trafalgar Square.
En Taiwán, país autogobernado que China reivindica, se instaló el domingo una pequeña réplica de la «Columna de la Vergüenza» en preparación de una vigilia con velas.
«La historia y el recuerdo no se borrarán fácilmente», afirmó Sky Fung, secretario general de la ONG Hong Kong Outlanders, con sede en Taiwán. «La chispa sigue en nuestros corazones», añadió.