El desfile del Orgullo Gay celebrado este sábado en la ciudad turca de Estambul dejó al menos 35 detenidos tras una intervención policial con gases lacrimógenos, siguiendo la línea de los años anteriores.
Las autoridades han prohibido los eventos del Orgullo de Estambul desde 2015, tras aducir cuestiones morales, seguridad pública y, más recientemente, las restricciones por la pandemia. Los grupos Lgbtq+ acusan al gobierno turco de emprender una campaña de odio contra ellos, fomentando la violencia contra una comunidad vulnerable.
La Oficina del gobernador de Estambul también ha restringido eventos alternativos, como concentraciones esporádicas, tras alegar que eran «contrarias a la moral pública».
A tal efecto, la Policía turca procedió a cerrar los accesos a la avenida Istiqlal, lo que llevó a los organizadores a trasladar el desfile a la calle de Taksim, prohibido de por sí al «atentar contra integridad indivisible del estado, moralidad general y medidas contra el covid-19».
El desfile acabó con enfrentamientos entre la Policía y activistas Lgbtq+, que fueron obligados a dispersarse, no sin antes presentar un comunicado de reivindicación.
«Ninguno de nosotros renuncia a nuestros derechos, nuestra existencia y nuestra libertad. Protegemos y multiplicamos nuestros espacios de vida a pesar de las mafias, el odio y la polarización. Seguiremos reclamando nuestro arco iris», aseguraron en la nota, recogida por el portal de noticias Cumhuriyet.
La sección turca de Reporteros sin Fronteras condenó un incidente particular durante los enfrentamientos, la violenta detención de un periodista de la agencia AFP que cubría el desfile del Orgullo, y que denunció abuso de la fuerza por parte de los agentes, que le propinaron varios golpes y usaron sus rodillas para inmovilizarle el cuello.