La Policía española, la Oficina Antinarcóticos francesa (OFAST) y la Policía de Holanda, coordinadas por Europol, desarticularon una de las organizaciones de narcotraficantes más activas de Europa, en la que detuvieron a cinco personas en España, entre ellas dos miembros de la Mocro Maffia, uno de ellos considerado por las autoridades suecas como el criminal más destacado de su país.
Los investigadores centraron sus pesquisas en un importante narcotraficante colombiano que lleva más de una década introduciendo droga en España y que posee una amplia red de contactos, informó este sábado la Policía española.
Gracias a su experiencia en el mundo del narcotráfico, había conseguido construir una estructura en España para introducir en Europa, a través de este país, «las ingentes cantidades de cocaína» que le reclamaban sus clientes.
La organización había establecido una estructura criminal que se extendía a España, Francia y Colombia.
Los investigadores descubrieron que la red estaba organizando un trasvase de cocaína en aguas próximas a Venezuela, para posteriormente trasladarla a Europa.
El cargamento, de más de tres toneladas de droga, fue trasladado en un velero rumbo a España. Específicamente a la costa de Huelva, en el suroeste de la península. Allí dos destacados narcos se encargarían de coordinar las tareas de descarga, almacenamiento y posterior transporte del estupefaciente.
Una vez que la droga estuvo en tierra, se produjo la primera fase de la intervención policial el pasado año, en la que se intervino parte del cargamento, al localizar 1.623 kilos de cocaína ocultos en un garaje situado en pleno centro de la ciudad de Huelva y, en esta primera fase, fueron detenidos dos de los investigados, encargados de la custodia de la droga.
Los agentes descubrieron entre los distribuidores de la cocaína a un sujeto considerado por las autoridades suecas como el criminal más activo de su país en los últimos años.
Tras meses de trabajo, se puso en marcha la segunda fase de la operación el pasado 30 de junio, en la que los agentes detuvieron a los presuntos responsables de la organización criminal que operaba en España, uno de ellos localizado en la isla de Ibiza (Mediterráneo), donde se encontraba de vacaciones, y otro en la prisión en la que está cumpliendo condena por otros hechos.