MUNDO

Deraa se vengó de Al Asad dando una puntilla final al régimen

por Avatar EFE

Los barrios de Deraa destruidos por las bombas y cosidos a metralla recuerdan que aquí comenzó la revuelta contra Bachar al Asad en 2011 en el marco de la «Primavera Árabe». Al Asad luego reprimió a la ciudad a sangre y fuego, pero desde allí se dio la puntilla final contra su régimen hace poco más de una semana.

Deraa es una ciudad agrícola, de mediana extensión, en el extremo sur del país. Todo en sus calles polvorientas recuerda al conflicto.

El más reciente en forma de insurgentes islamistas, apostados en sus plazas y carreteras principales, que se mezclan con las milicias locales, peor uniformadas y peor armadas, pero que pasean orgullosas por su triunfo de los últimos días.

De conflictos pasados, que en realidad son capítulos anteriores de la misma pelea contra el régimen de Al Asad, quedan cráteres, edificios colapsados, monumentos ametrallados y escuelas convertidas en escombros, fruto de ataques, luchas y bombardeos del régimen de Al Asad que se han producido en la ciudad en 2011, 2012, 2017, 2018, 2020 y 2021, como poco.

Desbandada 

El sábado 6 de diciembre, mientras la ofensiva de la alianza islamista liderada por el Organismo de Liberación del Levante (HTS, en árabe) avanzaba hacia Damasco imparable desde el norte, el denominado Frente Sur, las milicias anti Asad de la provincia de Deraa y la vecina Al Sueida, se levantaron nuevamente en armas.

El Ejército de Al Asad huyó, y esa misma noche, los rebeldes entraban en los distritos sureños de la capital.

Mohamed al Baqur, líder del destacamento de las HTS que controla el vecino paso fronterizo con Jordania, explica a EFE que en Deraa la gente se unió a la rebelión «porque ya había revolucionarios esperando la oportunidad adecuada. Se movieron y lograron liberar esta zona. Nos encontramos todos en Damasco».

La carretera que une Deraa con Damasco, la estratégica M5 que une de sur a norte todas las ciudades importantes del país, corrobora esa historia. Decenas de carros de combate, vehículos blindados, cañones autopropulsados y armas antiaéreas jalonan el camino entre ambas ciudades, de apenas 100 kilómetros.

Fue una desbandada, pues la gran mayoría parece haber sufrido más daño por saqueos que por combate.

En puridad, las tropas de HTS, casi todas originarias de las provincias norteñas de Idlib y Alepo, en el extremo opuesto del país, sólo llegaron a la zona hace tres o cuatro días para asumir el control de lugares estratégicos como la frontera y algunas carreteras, si bien también están en la ciudad.

El recibimiento ha sido bueno, según dicen locales y foráneos, pero según pudo constatar EFE, sus grupos armados no se mezclan, y mantienen cierta distancia y cortesía profesional.

Al Baqur, que no es de la zona, dice que las milicias locales se «incluirán en el Ministerio de Defensa para establecer una nueva Siria sobre bases de justicia y seguridad. La gente de Deraa sacrificó mucho, vivían mucha injusticia y opresión».

Israel no preocupa

Deraa está también muy cerca de los Altos el Golán ocupados y del territorio sirio que Israel ocupó en los últimos días para impedir su uso por las nuevas autoridades sirias mientras bombardea para destruir depósitos de armas y capacidades bélicas para que no queden en manos de HTS, una organización islamista que tiene su origen en el Frente Al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.

Eso no parece preocupar mucho en la ciudad, ni entre los combatientes de HTS, que, como dijo a EFE el responsable de una patrulla, no saben «cual es la posición del liderazgo ante estos ataques, no tenemos información al respecto».

Un ciudadano de Deraa que no se quiso identificar fue más escueto: «Hace unos días habían bombardeos alrededor, ahora nada».

Otro hombre joven, local, fue aún más escueto: » en otras ciudades están más preocupados por Israel», dando a entender que en Deraa, no.

La paz y el «fin de la injusticia» está en la boca de todos aquellos a los que consultó EFE. También el problema de los precios de alimentos y combustible, una constante en todo el país