La policía de la ciudad de Phoenix, Estados Unidos, viola sistemáticamente derechos constitucionales al emplear fuerza excesiva, atacar minorías y a personas en situación de calle, según informe del Departamento de Justicia divulgado este jueves.
«El Departamento de Policía de Phoenix (Arizona) hace un uso excesivo de la fuerza. A menudo aumentando injustificadamente el nivel de fuerza en los primeros minutos o incluso segundos» de un abordaje, dijo Kristen Clarke, fiscal general Adjunta de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
«Por ejemplo, los policías de Phoenix le dispararon a un hombre y después que cayó le dispararon varias veces y enviaron a un perro policial para arrastrarlo hasta ellos», detalló Clarke.
«El dolor que le causaron fue extraordinario. Por nueve minutos los oficiales no le dieron asistencia médica. De forma trágica, el hombre murió», añadió.
Investigación por fuerza excesiva y discriminación
El informe de 126 páginas es producto de una investigación de casi tres años iniciada por el Departamento de Justicia, luego de poner la lupa en las policías de ciudades como Minneapolis y Louisville, donde se detectaron situaciones similares.
Estados Unidos ha registrado durante décadas episodios trágicos de violencia policial, un asunto que divide a la sociedad.
Clarke agregó que la población sin techo de la capital de Arizona «ha sufrido un patrón de conducta inconstitucional» a manos de la policía.
«Es histórico. Es la primera vez que el Departamento de Justicia ha encontrado violaciones de los derechos civiles y constitucionales de la gente sin hogar», dijo la portavoz del despacho en rueda de prensa.
De acuerdo con el reporte, 37% de las detenciones y citaciones por delitos menores corresponden a personas en situación de calle.
La investigación también constató una discriminación sistemática hacia negros, hispanos e indígenas durante la actividad policial, basándose en estadísticas del propio departamento policial sobre el trato desproporcionado que reciben las minorías.
«El departamento de policía dice que no estaba al tanto de estas desigualdades raciales», indicó Clarke.
«Pero los reclamos de la comunidad deberían haber impulsado al departamento a analizar sus propios datos. En cambio, hicieron la vista gorda», afirmó.
El reporte señala además que la policía discrimina los llamados de personas con discapacidades, y que reprime a manifestantes o ciudadanos que protestan contra sus actos.
«Tomamos en serio todas las acusaciones y tenemos previsto revisar este extenso informe con una mentalidad abierta», dijo Jeff Barton, administrador de la municipalidad, en un comunicado.
La policía de Phoenix ha sido considerada una de las más violentas de Estados Unidos, de acuerdo con un informe de 2018 elaborado por el Instituto Nacional de Policía, una organización sin fines de lucro.