La ciudad de Denver, Colorado, redujo desde este miércoles a sólo tres días de alojamiento la ayuda que ofrecerá a los migrantes recién llegados, incluso familias con hijos, anulando las políticas previas a largo plazo con las que brindó servicios a más de 42.000 extranjeros.
“Los valores de Denver no han cambiado. Todavía queremos ayudar a los migrantes que lleguen a nuestra ciudad. Pero la ayuda ya no será para que se establezcan en Denver, sino para que se dirijan a donde deseen estar”, explicó un comunicado del Departamento de Servicios Humanos de Denver.
La ayuda incluirá acceso gratis a Internet y consultas con trabajadores sociales para realizar planes de viaje (incluyendo precios y recursos) a los destinos seleccionados por los nuevos inmigrantes, la mayoría provenientes de Venezuela, con importantes grupos de Colombia y de Guatemala.
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Durante las 72 horas en los albergues municipales, los inmigrantes pueden usar duchas y servicios de lavandería (ofrecidos en remolques fuera de los albergues) y recibirán orientación sobre potenciales autorizaciones de trabajo o asistencia para viviendas.
La decisión se tomó, explica el comunicado, luego de determinarse que tres de cada cuatro nuevos inmigrantes que inicialmente buscan ayuda en Denver en poco tiempo se trasladan a otras ciudades, siendo Chicago, Nueva York y Washington DC los destinos preferidos.
Por eso, Denver ofrece guías detalladas de “viviendas, salud y otros servicios vitales” de las ciudades a los que los recién llegados quieran viajar.
Otros dos elementos se tuvieron en cuenta al reducir la ayuda para nuevos inmigrantes, incluyendo la posibilidad de una nueva oleada durante el próximo verano y el alto costo de los servicios ofrecidos, que supera los 71 millones de dólares de fondos municipales solo en alojamiento, transporte, alimentación y servicios específicos para menores de edad.
Esos gastos no incluyen unos 98 millones de dólares que las Escuelas Públicas de Denver desembolsaron para recibir a unos 16.000 nuevos estudiantes inmigrantes, ni unos 48 millones de dólares que los hospitales públicos de Denver destinaron a cuidados de salud de los recién llegados, revela un nuevo reporte del Common Sense Institute (CSI), una organización local no partidaria enfocada en estudios de la economía en Colorado.
Según esa organización, Denver y ciudades vecinas gastaron entre 216 millones a 340 millones de dólares en los últimos 20 meses para responder al flujo de nuevos inmigrantes.
La cifra varía según se considere o no, por ejemplo, el otorgamiento de subsidios a grupos comunitarios (más de 5 millones de dólares en el caso de Denver) y el costo adicional de seguridad privada (más de 8 millones hasta ahora, mؘás 24 millones este año).
Datos oficiales de la ciudad de Denver indican que el Gobierno federal sólo reembolsó unos 25 millones de dólares de esos gastos.
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