El presidente para Europa de la fundación Nuestros Pequeños Hermanos, el español Xavier Adsara, denunció este jueves que grupos paramilitares conocidos como ‘gangs’ controlan el acceso a zonas de Haití a las que llega la ayuda internacional para el terremoto sufrido en el país caribeño el pasado sábado.
La fundación, que tutela a unos 3.000 niños en todo el mundo, posee el Hospital Pediátrico St. Damien, el único exclusivamente para niños que existe en Haití.
«Contamos con profesionales haitianos que conocen muy bien el terreno y se saben mover en estas circunstancias», dijo Adsara a EFE, y explicó que es clave contar con personal local para relacionarse con estos grupos paramilitares, que controlan zonas como Puerto Príncipe, y lograr que la ayuda humanitaria pueda llegar allí donde es necesaria.
Además, las carreteras del país han quedado en muy mal estado y circular por ellas «es muy difícil», por lo que la ayuda de los locales se hace indispensable, añadió.
El terremoto, de magnitud 7,2, registrado el pasado sábado en el suroeste de Haití causó al menos 2.189 muertos y 12.268 heridos, según el último balance oficial.
Esta cifra, según Adsara, irá aumentando con el paso de las horas y desde la fundación calculan en un millón y medio las personas damnificadas.
«Faltan medicinas y médicos», denunció el portavoz de NPH, aunque aclaró que ellos disponen de un equipo profesional médico y de trabajadores sociales que «conocen muy bien el país».
«Hemos desplazado a 13 equipos locales a la zona y ya estamos atendiendo desde los hospitales y a pie de calle», indicó.
A pesar del elevado número de fallecidos y de los importantes daños materiales, Adsara cree que el desastre no alcanzará las magnitudes del terremoto que devastó el país en 2010: «En esa ocasión sucedió en Puerto Príncipe, con una población de tres millones de habitantes».
«Ahora el daño será menor porque ha tocado zonas que no están tan superpobladas», dijo.
La mayoría de las viviendas y edificaciones del país son muy precarias y muchas no soportan ni siquiera las tormentas tropicales que azotan el territorio cada año.
De hecho, cuando aún se están recuperando del terremoto del pasado sábado, se están preparando para la llegada de la tormenta tropical Grace, que ya está dejando las primeras lluvias y complicando la búsqueda de supervivientes.
Los objetivos a corto plazo de NPH en el país son asistir a la población malherida y acompañar psicológicamente a aquellos que han perdido familiares.
Todo ello además de proporcionar «comida y techo» a quienes lo han perdido todo a causa del terremoto: «Necesitamos refugios y desplazar a estas personas para que se sientan seguras», indicó Adsara.