La Fiscalía brasileña denunció al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción, y a su hermano José Ferreira da Silva, conocido como Frei Chico, en un nuevo caso relacionado con el supuesto pago de sobornos por parte de la constructora Odebrecht.
Al ex mandatario y a su hermano los acusan de un delito de corrupción pasiva continuada, consta en la denuncia. En esta fueron incluidos el patriarca de Odebrecht, Emilio Odebrecht, y su hijo Marcelo Odebrecht, este último condenado ya por otros asuntos de corrupción.
La Fiscalía de Sao Paulo señala que Frei Chico, sindicalista con carrera en el sector petrolero, recibió entre 2003 y 2015 aproximadamente 275.000 dólares. Los pagos se hicieron en parcelas mensuales que oscilaban entre los 700 y los 1.200 dólares al cambio actual.
Esos pagos eran parte de un paquete de ventajas indebidas, que se le ofrecieron a Lula a cambio de favorecer al grupo Odebrecht en la obtención de contratos públicos.
Las autoridades dijeron que la relación entre ambos data de la década de los 90. En ese entonces, la empresa contrató a Frei Chico como consultor sindical para hacer las veces de un mediador entre Odebrecht y los trabajadores.
En 2002, con la elección de Lula como presidente de Brasil, Odebrecht rescindió el contrato con Frei Chico. No obstante, le siguió pagando mensualmente con el objetivo de mantener una relación favorable a los intereses de la compañía.
La Fiscalía constató que esos pagos ilícitos comenzaron en 2003 y solo pararon a mediados de 2015. En ese año, lo detuvieron, en medio del escándalo destapado en la estatal Petrobras, del ex ejecutivo de Odebrecht, Alexandrino de Salles Ramos Alencar.
La Fiscalía denunció a Ramos Alencar por este nuevo caso. «Frei Chico recibía personalmente pagos por parte de Alexandrino, para que no hubiera riesgos de exponer a Lula, beneficiario indirecto», afirman los fiscales de Sao Paulo.