La agencia estadounidense de protección del consumidor (FTC, en inglés) hizo una demanda a la empresa de recolección de datos Kochava Inc. por vender la información de geolocalización de cientos de millones de celulares que revelan, por ejemplo, las visitas de sus usuarios a clínicas abortivas.
La agencia señala que esos datos exponen a sus dueños a una posible discriminación, pérdida de trabajo, estigma o incluso violencia física.
La FTC subraya que la gente desconoce que sus datos de localización están siendo comprados y compartidos por Kochava y apunta que no tienen control sobre su venta o uso posterior.
La compañía tiene su sede en Idaho, en el noroeste de Estados Unidos, y compra gran cantidad de información de ubicación derivada de cientos de millones de teléfonos celulares. Después la empaqueta en fuentes de datos personalizadas que, según la agencia de protección del consumidor, pone a los usuarios en riesgo.
La FTC concluye que Kochava no protege sus datos de forma adecuada de la exposición pública, lo que facilita que cualquiera pueda obtener gran cantidad de información sensible y usarla sin restricciones.
La denuncia fue presentada ante el Tribunal de Idaho y evidencia la facilidad con la que es posible ver si el dueño del teléfono ha acudido a una clínica de salud reproductiva o identificar a los profesionales que trabajan en esos centros.
El posible mal uso de esos datos hace saltar las alarmas después de que el Tribunal Supremo derogara el 24 de junio la protección del derecho al aborto a escala federal, en vigor desde 1973, y permitiera en consecuencia que cada estado pueda decidir si permite o no esa práctica.