La petición pública de dimisión del presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha sido apoyada ya por 84 diputados municipales (concejales) de todo el país, que demandan a la Duma, o cámara de diputados, que acuse de alta traición al jefe del Kremlin por iniciar la campaña militar en Ucrania.
«Son cada vez más los diputados que se suman a la demanda de que Vladímir Putin dimita», comentó este lunes a la prensa Dmitri Paliuga, autor de la iniciativa y diputado municipal en San Petersburgo.
La petición, que aún no ha sido remitida a la cámara baja del Parlamento ruso, ha sido firmada ya por diputados de consejos municipales de toda Rusia.
Entre los diputados que han apoyado la demanda figuran cargos públicos de Moscú y San Petersburgo, además de ediles de otras regiones de la parte europea del país y de Siberia.
Paliuga informó en Twitter que ha sido citado para comparecer el martes ante un tribunal de distrito de San Petersburgo por supuestamente desprestigiar al presidente ruso.
Con todo, el político negó que lamente su decisión de dirigirse a la Duma, porque en los últimos días ha recibido un gran apoyo de sus conciudadanos en el distrito Smólninski, gesto que consideró de «un valor incalculable».
Paliuga y varios de sus colegas se dirigieron la pasada semana a la Duma con la petición de que acuse de alta traición a Putin por iniciar la «operación militar especial».
«Consideramos que la decisión del presidente Putin sobre el inicio de la operación militar especial perjudica la seguridad de Rusia y sus ciudadanos», señala la petición.
El objetivo de la petición es que Putin sea depuesto de su cargo al frente del Kremlin, donde llegó en 2000 y, según la reforma constitucional, podría permanecer hasta 2036.
«En nuestra opinión, con el comienzo de la operación militar especial en territorio de Ucrania en las acciones del presidente de Rusia, Vladímir Putin, hay indicios de un crimen contemplado por el artículo 73 de la Constitución de la Federación Rusa, alta traición», señalan.
Según la solicitud, desde el inicio de las hostilidades están muriendo ciudadanos rusos, se ha deteriorado la economía nacional, y se está produciendo una fuga de inversionistas y cerebros.
Además, se amplía la OTAN hacia el este y, debido a la decisión del presidente, la frontera entre Rusia y la Alianza Atlántica se ha duplicado con el ingreso de Finlandia y Suecia.
La intervención militar rusa también ha provocado el efecto contrario a la desmilitarización del país vecino con el suministro occidental a Ucrania de 38.000 millones de dólares en armamento.
Según una encuesta divulgada la pasada semana, 70% de los rusos apoya en mayor o menor grado la campaña militar en Ucrania, a lo que se opone 18% de la población.
Rusia anunció el sábado la retirada de sus tropas de varias localidades estratégicas de la región de Járkov, en el norte de Ucrania, lo que ha disparado las críticas de los partidarios de una ofensiva mucho más agresiva en el país vecino.