El expresidente de EE UU, Donald Trump (2017-2021), afirmó este jueves que no bloqueará los abortos que se realizan a través de fármacos si gana las elecciones de noviembre, lo que supone una leve aclaración de su postura sobre derechos reproductivos, tema central para las elecciones.
Trump también dijo que cree en tres excepciones para permitir el aborto: en caso de violación, incesto y riesgo para la vida de la madre.
Biden promete codificar como ley la sentencia Roe contra Wade
Biden, por su parte, aprovechó el tema para atacar a su contrincante.
El actual mandatario prometió que si es reelegido y consigue el apoyo del Congreso, actualmente dividido con demócratas en el Senado y republicanos en la Cámara Baja, codificará como ley la sentencia Roe contra Wade, que protegió el derecho al aborto desde 1973 hasta junio de 2022, cuando fue derogada por el Tribunal Supremo.
Los derechos reproductivos de las mujeres se han convertido en un tema central de la campaña para las elecciones de noviembre debido la derogación de la sentencia Roe vs. Wade, acabando con las protecciones federales al aborto y permitiendo que cada estado fijara sus propias reglas.
Desde entonces, 21 de los 50 estados del país han prohibido o restringido el aborto. En la mayoría no hay excepciones ni por violación ni por incesto y solo se permite abortar cuando la vida de la madre está en peligro, una situación que ha provocado caos y ha puesto en peligro la vida de mujeres debido a la falta de reglas claras al respecto.
Trump vs Biden
Biden ha puesto el aborto en el centro de su campaña con el objetivo de movilizar a las mujeres y atraer a votantes independientes. Además, la campaña advirtió que, si Trump gana, podrían estar en peligro el acceso a anticonceptivos e incluso la fecundación in vitro, que la derecha evangélica quiere prohibir.
Mientras tanto, Trump debe mantener un delicado equilibrio para no alienar a los votantes independientes y, al mismo tiempo, movilizar a los votantes de esa derecha evangélica, que ya vieron cómo su voto sirvió para que el republicano colocara en el Tribunal Supremo a tres jueces conservadores contrarios al aborto.