Ni la campaña negra en su contra, ni las amenazas, ni la asociación con Gustavo Petro, pudieron evitar que Daniel Quintero lograra aguarle la fiesta al uribismo y quitarle, una vez más, la Alcaldía de Medellín.
Quintero asegura que nunca se imaginó ser alcalde. Sin embargo, sus reiteradas quejas al manejo que EPM dio a Hidroituango lo pusieron en el ojo público y comenzó a tomar fuerza hasta que se inscribió a la alcaldía, reseñó El Tiempo.
Ser alcalde de Medellín, a sus 39 años, será quizá su trabajo más importante. Sin embargo, Quintero recuerda todo lo que tuvo que hacer para sobrevivir en una juventud con carencias económicas. “Como muchos colombianos tuve que retirarme del estudio y dedicarme a trabajar. Vendí postres, fui mensajero, entre mil oficios más”, cuenta.
Sus estudios
Después de tres duros años, a los 17 logró entrar a la Universidad de Antioquia gracias a una beca y allí se graduó de ingeniero electrónico.
Obtuvo una especialización en finanzas públicas en la Universidad de los Andes, un máster en la Universidad de Boston y otro en la Universidad de Harvard.
Viceministro de economía digital y las TIC
Fue viceministro de economía digital, viceministro de las TIC y gerente de INNpulsa Colombia.
“Desde el Viceministerio creé el primer Viceministerio de Economía Digital de América Latina, conectamos al país y trabajamos para que millones de colombianos se apropiaran de la tecnología, apoyé la investigación de avanzada con los centros de Inteligencia Artificial, Big Data e Internet de las Cosas», dijo Quintero.
Continuó: «Lideramos los procesos de transformación y planeación de las ciudades alrededor de modelos de Ciudades Inteligentes, miles de pequeñas y medianas empresas recibieron nuestro apoyo para aprovechar el poder de la tecnología en la creación de riqueza para nuestra nación».
Está casado con Diana Marcela Osorio, a quien consideró una coequipera en su campaña para la Alcaldía de Medellín. Tienen una hija y esperan otra más para este diciembre.
Inicios en la vida pública
Su vida pública comenzó en 2012 con la creación de la Fundación Piensa Verde, dedicada a la preservación del medio ambiente y en la que realizó multitudinarias jornadas de siembra de árboles en el país.
Un año después creó el movimiento político Partido del Tomate, pero este fue desapareciendo después de que no lograron ser avalados para participar en las legislativas en 2014.