El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo este jueves que Irán y Corea del Norte tienen derecho a tener armas nucleares, al recibir en Managua al jefe de la diplomacia iraní, Hosein Amir Abdolahian.
«No somos amantes de las bombas atómicas… ¿Pero con qué autoridad (las potencias occidentales) le quieren prohibir a Irán si quiere hacer bombas atómicas?», se preguntó Ortega ante el canciller iraní.
Agregó que Estados Unidos y sus aliados tampoco tienen derecho a cuestionar el programa atómico de Corea del Norte.
Abdolahian agradeció las palabras de Ortega y afirmó que su país ha hecho «avances magníficos» en materia científica, tecnológica y de defensa.
Teherán siempre ha alegado que su programa atómico, cuestionado por Estados Unidos y Europa, tiene fines pacíficos.
«Nunca nos hemos apartado de las negociaciones» sobre el tema nuclear, a las que Irán acude con «lógica, fortaleza y dignidad», indicó Abdolahian a través de un intérprete.
En el encuentro efectuado en la noche participaron también otros funcionarios iraníes que acompañan al canciller así como varios funcionarios nicaragüenses, entre ellos la esposa de Ortega, Rosario Murillo, quien es vicepresidenta y portavoz del gobierno.
Ortega afirmó que las potencias occidentales «no tienen derecho a dictar quién tiene y quién no tiene bombas atómicas».
«Abogo porque desaparezcan todas las armas atómicas, empezando por las que tienen los yanquis», remató el mandatario izquierdista.
«Muchas similitudes»
En la mañana, el jefe de la diplomacia iraní visitó la Asamblea Nacional (parlamento) en Managua, donde afirmó que Irán y Nicaragua tienen «muchas similitudes».
«La distancia geográfica entre ambos países es larga, pero nuestros corazones son muy cercanos y tenemos mucho en común, muchas similitudes», declaró Abdolahian en el segundo día de una visita a Managua, desde donde viajará a Venezuela, según fuentes iraníes y nicaragüenses.
«Ayer hemos tenido y hoy también vamos a tener importantes acuerdos entre ambos países y el apoyo de los parlamentos de ambos países es fundamental para poder implementar y dar cumplimiento a los acuerdos bilaterales», expresó el canciller a medios oficialistas locales.
El acercamiento entre Managua y Teherán comenzó en 2007 tras la llegada de Ortega al poder. El entonces presidente iraní Mahmud Ahmadinejad visitó Nicaragua ese año.
Cooperación y consultas
Ambos países suscribieron la noche del miércoles un memorándum sobre «cooperación cultural, científica, en salud, la cooperación en el campo político también y la cooperación en todas las esferas del bien común», indicó Murillo.
El memorándum, firmado por Abdolahian y su par nicaragüense, Denis Moncada, contempla consultas regulares binacionales sobre «temas de interés mutuo y de apoyo en el ámbito internacional», explicó el canciller nicaragüense a medios oficialistas.
Esto implicaría que Teherán y Managua contarían con apoyo mutuo en votaciones en la ONU y otros foros internacionales.
Abdolahian reveló a su llegada a Managua el miércoles que Ortega y el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, acordaron en una reciente conversación telefónica dar pasos para instrumentar un acuerdo de cooperación suscrito en diciembre de 2022.
Y este jueves le extendió a Ortega y su esposa una invitación del presidente Raisi para que visiten Teherán.
«Revoluciones hermanas»
El jefe de la diplomacia iraní resaltó que tanto la revolución islámica de Irán como la revolución sandinista de Nicaragua tuvieron lugar en 1979.
«Estamos celebrando las fiestas de aniversario de la revolución islámica de Irán en nuestro país, revolución que ha coincidido en el mismo año con la revolución sandinista de Nicaragua», expresó en la Asamblea Nacional.
Ortega, por su lado, sostuvo que ambos países se han enfrentado «al mismo enemigo», en alusión a Estados Unidos.
La revolución islámica derrocó al sha Mohammad Reza Pahlevi en febrero de 1979 y la revolución sandinista acabó en julio de ese año con la dinastía de los Somoza.
En América Latina, Irán mantiene estrechos lazos políticos con Venezuela, Cuba y Nicaragua, aunque tiene nexos diplomáticos y comerciales con otras naciones de la región.